Laboralistas británicos, terceros más votados en su país en elecciones al PE

El Partido Laborista del primer ministro británico, Gordon Brown, cosechó una clara derrota en las elecciones al Parlamento Europeo (PE) quedando en tercera posición con tan solo un 16 por ciento de los sufragios, según resultado previos difundidos por la BBC.

Los laboristas caen más de seis puntos con respecto a los comicios de 2004 y son superados por el Partido Conservador de David Cameron, votado por un 27 por ciento de los electores y por el anti-europeo UKIP, que logró un 17 por ciento de los sufragios.

La proyección de voto de la BBC otorga un 14 por ciento a los liberal-demócratas, un 9 por ciento a los Verdes, un 6 por ciento al ultraderechista British National Party (BNP), un 2 por ciento al nacionalista escocés SNP y un 1 por ciento al nacionalista galés PC.

El reparto de los escaños sería el siguiente: 25 para los conservadores, 13 para el UKIP, 13 para los laboristas, 11 para los liberal-demócratas, 2 para los Verdes y para el BNP, y entre 1 y 2 para los nacionalistas escoceses y galeses.

Quedarían por determinar los tres escaños correspondientes a Irlanda del Norte, territorio que tiene un sistema de votación muy complejo y cuyos resultados tardarán en conocerse.

Se daba por descontado que los "tories" ganarían con claridad a los laboristas, pero lo que hace más dolorosa la derrota del partido en el Gobierno es haber sido superado por el anti-europeo UK Independence Party (UKIP).

Este resultado vuelve a cuestionar el liderazgo de Brown, sólo 48 horas después de que se viera forzado a acometer una remodelación de su Ejecutivo por el mal resultado cosechado también por el laborismo en las elecciones celebradas para elegir a 34 autoridades locales, en paralelo a los comicios para el Parlamento de Estrasburgo.

Otros dos hechos confirmados de la noche electoral son especialmente importantes: la presencia del xenófobo British National Party por primera vez en la Eurocámara y la victoria de los conservadores en el País de Gales, territorio en el que los laboristas habían ganados todas las elecciones celebradas desde 1918.

EFE