Temporal castiga desde la semana pasada a los estados de Alagoas y Pernambuco, los más pobres del país, informaron fuentes oficiales.
Al menos 38 personas han muerto y 607 continúan desaparecidas como consecuencia de las fuertes lluvias que castigan desde la semana pasada a los estados del nordeste de Brasil, los más pobres del país, informaron hoy fuentes oficiales.
La situación más grave se presenta en el estado de Alagoas, en donde la Defensa Civil contabiliza hasta ahora 26 víctimas y 607 desaparecidos por la crecida del río Mundau, que rompió una represa e inundó varios municipios.
En el vecino estado de Pernambuco fueron contabilizadas hasta ahora 12 muertes, entre ellas cinco de la misma familia, en su mayoría sepultados por los deslizamientos de tierras que se registraron en la ciudad de Recife en la madrugada del pasado viernes.
"El número de desaparecidos en el estado de Alagoas fue calculado a partir de los relatos de sobrevivientes y se refiere a personas que vivían en las áreas inundadas y que aún están aisladas", explicó a Efe un vocero de la Defensa Civil regional.
El número de desaparecidos llegó a ser calculado en 1.000 por el gobernador de Alagoas, Teotonio Vilela Filho, tras la reunión que tuvo anoche con el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, para solicitar ayuda para los damnificados.
En la ciudad de Uniao dos Palmares, con cerca de 62.000 habitantes, 9.000 tuvieron que abandonar sus viviendas por la subida de las aguas del río Mundao y 500 aún no han sido localizadas por sus familiares.
La Defensa Civil ha usado cinco helicópteros para rescatar personas que quedaron en lugares aislados por las lluvias.
Según el último boletín de la Defensa Civil, las lluvias también dejaron a 73.828 personas sin vivienda y 1.141 heridos en 15 de los 26 municipios afectados por las lluvias, que se encuentran sin abastecimiento de agua y luz y que declararon estado de calamidad pública.
En Pernambuco, en cambio, con 53 ciudades afectadas por las lluvias, el número de personas desalojadas permanece en 42.000.
Las Fuerzas Armadas, que ayudan desde el final de semana en las tareas de rescate con varios helicópteros, montaron dos hospitales de campaña en la región.
El Gobierno federal anunció anoche la liberación inmediata de 25 millones de reales (unos 14 millones de dólares) para ayudar a los damnificados, en tanto que la Compañía Nacional de Abastecimiento envió 20.000 canastas básicas de alimentos.
La presidencia de la República informó de que Lula se reunirá hoy con los ministros que integran el llamado gabinete de crisis para determinar la ayuda del Gobierno federal en los rescates y para los damnificados.
Según el gobernador de Alagoas, lo más urgente es el envío de agua y alimentos, así como de técnicos que puedan restablecer el suministro de energía eléctrica.
Lo más grave es que los servicios de meteorología pronostican que, después de la pausa de las lluvias el domingo y el lunes, se prevén nuevas lluvias a partir de este martes y por varios días.
EFE
La situación más grave se presenta en el estado de Alagoas, en donde la Defensa Civil contabiliza hasta ahora 26 víctimas y 607 desaparecidos por la crecida del río Mundau, que rompió una represa e inundó varios municipios.
En el vecino estado de Pernambuco fueron contabilizadas hasta ahora 12 muertes, entre ellas cinco de la misma familia, en su mayoría sepultados por los deslizamientos de tierras que se registraron en la ciudad de Recife en la madrugada del pasado viernes.
"El número de desaparecidos en el estado de Alagoas fue calculado a partir de los relatos de sobrevivientes y se refiere a personas que vivían en las áreas inundadas y que aún están aisladas", explicó a Efe un vocero de la Defensa Civil regional.
El número de desaparecidos llegó a ser calculado en 1.000 por el gobernador de Alagoas, Teotonio Vilela Filho, tras la reunión que tuvo anoche con el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, para solicitar ayuda para los damnificados.
En la ciudad de Uniao dos Palmares, con cerca de 62.000 habitantes, 9.000 tuvieron que abandonar sus viviendas por la subida de las aguas del río Mundao y 500 aún no han sido localizadas por sus familiares.
La Defensa Civil ha usado cinco helicópteros para rescatar personas que quedaron en lugares aislados por las lluvias.
Según el último boletín de la Defensa Civil, las lluvias también dejaron a 73.828 personas sin vivienda y 1.141 heridos en 15 de los 26 municipios afectados por las lluvias, que se encuentran sin abastecimiento de agua y luz y que declararon estado de calamidad pública.
En Pernambuco, en cambio, con 53 ciudades afectadas por las lluvias, el número de personas desalojadas permanece en 42.000.
Las Fuerzas Armadas, que ayudan desde el final de semana en las tareas de rescate con varios helicópteros, montaron dos hospitales de campaña en la región.
El Gobierno federal anunció anoche la liberación inmediata de 25 millones de reales (unos 14 millones de dólares) para ayudar a los damnificados, en tanto que la Compañía Nacional de Abastecimiento envió 20.000 canastas básicas de alimentos.
La presidencia de la República informó de que Lula se reunirá hoy con los ministros que integran el llamado gabinete de crisis para determinar la ayuda del Gobierno federal en los rescates y para los damnificados.
Según el gobernador de Alagoas, lo más urgente es el envío de agua y alimentos, así como de técnicos que puedan restablecer el suministro de energía eléctrica.
Lo más grave es que los servicios de meteorología pronostican que, después de la pausa de las lluvias el domingo y el lunes, se prevén nuevas lluvias a partir de este martes y por varios días.
EFE
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