El mandatario aseguró que anima a los empresarios de su país a no mirar tanto al norte e invertir y vender en América del Sur y en África.
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, hizo hoy en Lima un canto a la compenetración entre los países de una Suramérica menos dependiente del norte (Europa y Estados Unidos), y puso la relación Brasil-Perú como ejemplo.
Tras dos reuniones -primero en privado y luego a la cabeza de sus delegaciones- con el presidente Alan García en el Palacio de Gobierno de Lima, los dos mandatarios hicieron unas breves declaraciones antes de pasar a la firma de 17 acuerdos de cooperación y de firmar una declaración conjunta de 51 puntos.
García dijo que la integración de los dos países en los ámbitos viarios, comerciales o populares "permitirá que ambos alcancemos el alto nivel de bienestar y desarrollo social por los que todos luchamos", y calificó a Lula de "peregrino de la integración continental".
Corroborando estas palabras, Lula destacó las relaciones entre los países del sur, que han alcanzado un grado que calificó de impensable hace 20 años "por desconfianzas históricas" y porque "los países del norte eran los que imponían las reglas".
Lula hizo especial hincapié en el papel de las empresas en este cometido integrador, asegurando que anima a los empresarios de su país a no mirar tanto al norte e invertir y vender en América del Sur y en África, aunque matizó que el comercio debe ser justo y hacer que las dos partes ganen.
Perú y Brasil tuvieron en 2008 unos intercambios por valor de 3.167 millones de dólares, con una balanza comercial netamente favorable a Brasil (2.271 millones fue el valor de las exportaciones brasileñas, contra 895 millones de exportaciones peruanas), según fuentes de la Cancillería en Lima.
Entre los proyectos de inversión, el más importante es el de la petrolera estatal brasileña Petrobras, que este año ha invertido 160 millones de dólares en Perú y planea invertir un total de mil millones hasta 2013.
Petrobras explota actualmente un lote petrolero (el número 10) en la cuenca de Talara (norte de Perú), donde produce 16.000 barriles diarios, y explora otro lote (el 58, en la región Cusco) donde se cree que hay enormes reservas de gas que aún no han sido confirmadas.
Símbolo del carácter marcadamente económico de la visita de Lula, el mandatario estuvo acompañado, además de su canciller, Celso Amorim, por el ministro de Minas y Energía, Edison Lobao, y por el presidente de Petrobras, José Sergio Gabrielli, así como por una nutrida delegación de empresarios.
Lula dijo que los empresarios brasileños han sido vistos en el continente durante los últimos años como una especie de imperialistas, sentimiento que no despertaban las empresas estadounidenses, algo que atribuyó al "lavado cerebral al que hemos sido sometidos durante siglos".
Paralelamente a la reunión de Lula con García, un Consejo Empresarial Peruano-Brasileño se reunía en otra dependencia del Palacio de Gobierno, y otro grupo de empresarios de ambos países celebraba un seminario en un hotel limeño que iba a ser clausurado por Lula.
EFE
Tras dos reuniones -primero en privado y luego a la cabeza de sus delegaciones- con el presidente Alan García en el Palacio de Gobierno de Lima, los dos mandatarios hicieron unas breves declaraciones antes de pasar a la firma de 17 acuerdos de cooperación y de firmar una declaración conjunta de 51 puntos.
García dijo que la integración de los dos países en los ámbitos viarios, comerciales o populares "permitirá que ambos alcancemos el alto nivel de bienestar y desarrollo social por los que todos luchamos", y calificó a Lula de "peregrino de la integración continental".
Corroborando estas palabras, Lula destacó las relaciones entre los países del sur, que han alcanzado un grado que calificó de impensable hace 20 años "por desconfianzas históricas" y porque "los países del norte eran los que imponían las reglas".
Lula hizo especial hincapié en el papel de las empresas en este cometido integrador, asegurando que anima a los empresarios de su país a no mirar tanto al norte e invertir y vender en América del Sur y en África, aunque matizó que el comercio debe ser justo y hacer que las dos partes ganen.
Perú y Brasil tuvieron en 2008 unos intercambios por valor de 3.167 millones de dólares, con una balanza comercial netamente favorable a Brasil (2.271 millones fue el valor de las exportaciones brasileñas, contra 895 millones de exportaciones peruanas), según fuentes de la Cancillería en Lima.
Entre los proyectos de inversión, el más importante es el de la petrolera estatal brasileña Petrobras, que este año ha invertido 160 millones de dólares en Perú y planea invertir un total de mil millones hasta 2013.
Petrobras explota actualmente un lote petrolero (el número 10) en la cuenca de Talara (norte de Perú), donde produce 16.000 barriles diarios, y explora otro lote (el 58, en la región Cusco) donde se cree que hay enormes reservas de gas que aún no han sido confirmadas.
Símbolo del carácter marcadamente económico de la visita de Lula, el mandatario estuvo acompañado, además de su canciller, Celso Amorim, por el ministro de Minas y Energía, Edison Lobao, y por el presidente de Petrobras, José Sergio Gabrielli, así como por una nutrida delegación de empresarios.
Lula dijo que los empresarios brasileños han sido vistos en el continente durante los últimos años como una especie de imperialistas, sentimiento que no despertaban las empresas estadounidenses, algo que atribuyó al "lavado cerebral al que hemos sido sometidos durante siglos".
Paralelamente a la reunión de Lula con García, un Consejo Empresarial Peruano-Brasileño se reunía en otra dependencia del Palacio de Gobierno, y otro grupo de empresarios de ambos países celebraba un seminario en un hotel limeño que iba a ser clausurado por Lula.
EFE
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