Al menos 111 personas han muerto y 200 resultaron heridas por la explosión este sábado de un camión cisterna cargado de gasolina.
Al menos 111 personas han muerto y 200 resultaron heridas por la explosión este sábado de un camión cisterna cargado de gasolina en las cercanías de la ciudad de Molo, a unos 140 kilómetros al noroeste de Nairobi, dijo hoy a Efe, Titus Mungzou, portavoz de la Cruz Roja de Kenia.
La mayoría de las víctimas son mujeres y niños que se acercaron al lugar del accidente para recoger gasolina cuando vieron que el camión había sufrido un accidente, según la fuente."Todo el mundo gritaba y la mayoría huía con el cuerpo en llamas", explicó a miembros de la Cruz Roja Charles Kamau, de 22 años, quien se dirigía hacia Molo el sábado por la noche cuando vio que la carretera estaba bloqueada por cientos de personas que rodeaban el camión siniestrado."
Cuando vi lo que pasaba, traté de ir hacia donde no había fuego", indicó."Los familiares pasarán por duros momentos porque la mayoría de los cuerpos no podrán ser identificados", señaló en un comunicado a los medios Patrick Nyongesa, director regional de la Cruz Roja keniana.
Según las autoridades kenianas, los hospitales cercanos a Molo, están saturados y muchos de los heridos tendrán que ser trasladados en avión a Nairobi, donde esperan ambulancias y personal para llevarlos a centros médicos de la capital.
El periódico "Daily Nation" indica en su edición digital que la policía regional había enviado al lugar 150 bolsas para cuerpos, ante el temor se alcanzara ese número de víctimas mortales.
El primer ministro keniano, Raila Odinga, dijo en rueda de prensa desde Molo que la causa de la explosión podría haber sido un cigarro que alguien tiró en el lugar del camión siniestrado.
Odinga estuvo acompañado por el ministro de Seguridad keniano, George Saitoti, quien visitó los centros hospitalarios de la región en los que atienden a los heridos.
Este siniestro ha puesto de manifiesto la precariedad de medios y de personal entrenado en Kenia para hacer frente a los incendios, ya que siguen la tareas de búsqueda de víctimas del fuego que hace tres días destruyó en Nairobi un céntrico supermercado, de la cadena Nakumatt, que causó la muerte de al menos 25 personas.
EFE
La mayoría de las víctimas son mujeres y niños que se acercaron al lugar del accidente para recoger gasolina cuando vieron que el camión había sufrido un accidente, según la fuente."Todo el mundo gritaba y la mayoría huía con el cuerpo en llamas", explicó a miembros de la Cruz Roja Charles Kamau, de 22 años, quien se dirigía hacia Molo el sábado por la noche cuando vio que la carretera estaba bloqueada por cientos de personas que rodeaban el camión siniestrado."
Cuando vi lo que pasaba, traté de ir hacia donde no había fuego", indicó."Los familiares pasarán por duros momentos porque la mayoría de los cuerpos no podrán ser identificados", señaló en un comunicado a los medios Patrick Nyongesa, director regional de la Cruz Roja keniana.
Según las autoridades kenianas, los hospitales cercanos a Molo, están saturados y muchos de los heridos tendrán que ser trasladados en avión a Nairobi, donde esperan ambulancias y personal para llevarlos a centros médicos de la capital.
El periódico "Daily Nation" indica en su edición digital que la policía regional había enviado al lugar 150 bolsas para cuerpos, ante el temor se alcanzara ese número de víctimas mortales.
El primer ministro keniano, Raila Odinga, dijo en rueda de prensa desde Molo que la causa de la explosión podría haber sido un cigarro que alguien tiró en el lugar del camión siniestrado.
Odinga estuvo acompañado por el ministro de Seguridad keniano, George Saitoti, quien visitó los centros hospitalarios de la región en los que atienden a los heridos.
Este siniestro ha puesto de manifiesto la precariedad de medios y de personal entrenado en Kenia para hacer frente a los incendios, ya que siguen la tareas de búsqueda de víctimas del fuego que hace tres días destruyó en Nairobi un céntrico supermercado, de la cadena Nakumatt, que causó la muerte de al menos 25 personas.
EFE
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