Tras indicar que junto con él viajaban 76 personas, el ecuatoriano Luis Lala Pomadilla aseguró que cuatro emigrantes más también se salvaron de morir en matanza de Tamaulipas.
El ecuatoriano Luis Freddy Lala Pomavilla aseguró que cuatro personas, incluidos él y un hondureño, sobrevivieron a la matanza de 72 emigrantes latinoamericanos la semana pasada en México, según un testimonio difundido por el gobierno de Ecuador.
"Cuatro personas quedamos salvadas y de ahí, el resto, todos murieron", dijo el ecuatoriano, quien señaló que "viajaban conmigo 76" en el grupo secuestrado por la banda narcotraficante de "Los Zetas", la noche del 21 de agosto.
Tras la masacre, las autoridades mexicanas encontraron 72 cadáveres en un rancho del estado de Tamaulipas (a 180 km de la frontera con Estados Unidos) y el miércoles confirmaron un segundo sobreviviente de nacionalidad hondureña, un hecho que previamente fue revelado por el presidente de Ecuador, Rafael Correa, basado en el testimonio de Lala Pomavilla.
El ecuatoriano relató que el hondureño se salvó de ser ejecutado al esconderse entre los matorrales de la casa, de acuerdo con el testimonio a la prensa oficial durante su repatriación en un avión de la presidencia de Ecuador el domingo último.
"Se escondió, no avanzaron a verle para matarlo, estaba la casa llena de hierba y él se metió ahí, por eso se salvó", dijo el joven, que no ofreció detalles sobre la nacionalidad ni la suerte de los otros sobrevivientes.
El ecuatoriano ratificó que la matanza fue cometida por "Los Zetas", y pidió a sus compatriotas abstenerse de intentar ingresar ilegalmente a Estados Unidos a través de México.
"Que no vengan, hay muchos malos que no dejan pasar, que no vengan más.
Les digo a todos los ecuatorianos que ya no viajen más porque "Los Zetas" están matando a mucha gente", advirtió.
Las autoridades mexicanas han identificado a 33 de las 72 víctimas: 12 salvadoreños, cuatro guatemaltecos, un brasileño y 16 hondureños.
El pasado viernes el fiscal de Ecuador, Washington Pesántez, aseguró tener confirmación de al menos seis ecuatorianos muertos, pero Correa manifestó luego que aún no se ha "podido verificar" esa información.
Lala Pomavilla relató que los emigrantes fueron recluidos en un rancho de Tamaulipas, donde se cometió la masacre.
"En la noche del sábado, como a las diez, nos rodearon tres carros, salieron como ocho personas bien armadas.
Ahí nos rodearon todos, nos bajaron del carro y nos metieron a otro", declaró el indígena de 18 años.
"Nos llevaron a una casa, ahí nos amarraron de cuatro en cuatro las manos para atrás, nos tuvieron una noche. Después nos botaron boca abajo y escuché que disparaban (..) por ahí al lado, pero no, disparaban a mis amigos. Luego llegó disparando a mí y mató a todos los otros. Acabaron de disparar y se fueron, mataron a todos", añadió.
El sobreviviente contó que luego de que los pistoleros dejaron la casa, esperó unos minutos e inició una larga caminata en busca de ayuda, con un disparo en el cuello.
"Pedí ayuda, salieron dos hombres pero no me quisieron ayudar. Vi una lámpara que estaba muy lejos (ÂÂÂ ) corrí como diez kilómetros, caminé con dolor pidiendo auxilio, nadie me quiso ayudar", afirmó sin detallar las fechas.
Según el joven, en la mañana siguiente se encontró con un grupo de marinos mexicanos, a los que informó del hecho.
Los cadáveres fueron descubiertos el 24 de agosto, tras un enfrentamiento entre tropas oficiales y la banda armada, de acuerdo con el reporte oficial.
Lala Pomavilla es mantenido en un lugar secreto bajo resguardo de las autoridades.
AFP
"Cuatro personas quedamos salvadas y de ahí, el resto, todos murieron", dijo el ecuatoriano, quien señaló que "viajaban conmigo 76" en el grupo secuestrado por la banda narcotraficante de "Los Zetas", la noche del 21 de agosto.
Tras la masacre, las autoridades mexicanas encontraron 72 cadáveres en un rancho del estado de Tamaulipas (a 180 km de la frontera con Estados Unidos) y el miércoles confirmaron un segundo sobreviviente de nacionalidad hondureña, un hecho que previamente fue revelado por el presidente de Ecuador, Rafael Correa, basado en el testimonio de Lala Pomavilla.
El ecuatoriano relató que el hondureño se salvó de ser ejecutado al esconderse entre los matorrales de la casa, de acuerdo con el testimonio a la prensa oficial durante su repatriación en un avión de la presidencia de Ecuador el domingo último.
"Se escondió, no avanzaron a verle para matarlo, estaba la casa llena de hierba y él se metió ahí, por eso se salvó", dijo el joven, que no ofreció detalles sobre la nacionalidad ni la suerte de los otros sobrevivientes.
El ecuatoriano ratificó que la matanza fue cometida por "Los Zetas", y pidió a sus compatriotas abstenerse de intentar ingresar ilegalmente a Estados Unidos a través de México.
"Que no vengan, hay muchos malos que no dejan pasar, que no vengan más.
Les digo a todos los ecuatorianos que ya no viajen más porque "Los Zetas" están matando a mucha gente", advirtió.
Las autoridades mexicanas han identificado a 33 de las 72 víctimas: 12 salvadoreños, cuatro guatemaltecos, un brasileño y 16 hondureños.
El pasado viernes el fiscal de Ecuador, Washington Pesántez, aseguró tener confirmación de al menos seis ecuatorianos muertos, pero Correa manifestó luego que aún no se ha "podido verificar" esa información.
Lala Pomavilla relató que los emigrantes fueron recluidos en un rancho de Tamaulipas, donde se cometió la masacre.
"En la noche del sábado, como a las diez, nos rodearon tres carros, salieron como ocho personas bien armadas.
Ahí nos rodearon todos, nos bajaron del carro y nos metieron a otro", declaró el indígena de 18 años.
"Nos llevaron a una casa, ahí nos amarraron de cuatro en cuatro las manos para atrás, nos tuvieron una noche. Después nos botaron boca abajo y escuché que disparaban (..) por ahí al lado, pero no, disparaban a mis amigos. Luego llegó disparando a mí y mató a todos los otros. Acabaron de disparar y se fueron, mataron a todos", añadió.
El sobreviviente contó que luego de que los pistoleros dejaron la casa, esperó unos minutos e inició una larga caminata en busca de ayuda, con un disparo en el cuello.
"Pedí ayuda, salieron dos hombres pero no me quisieron ayudar. Vi una lámpara que estaba muy lejos (ÂÂÂ ) corrí como diez kilómetros, caminé con dolor pidiendo auxilio, nadie me quiso ayudar", afirmó sin detallar las fechas.
Según el joven, en la mañana siguiente se encontró con un grupo de marinos mexicanos, a los que informó del hecho.
Los cadáveres fueron descubiertos el 24 de agosto, tras un enfrentamiento entre tropas oficiales y la banda armada, de acuerdo con el reporte oficial.
Lala Pomavilla es mantenido en un lugar secreto bajo resguardo de las autoridades.
AFP
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