Los organizadores del Miss Venezuela anunciaron los cambios que tendrá la nueva edición del afamado certamen, que se celebrará en agosto, pese a la peor crisis económica que atraviesa el país.
El concurso de belleza Miss Venezuela, del que han salido siete ganadoras del Miss Universo, presentó este jueves a las candidatas a la corona de este año y anunció una evolución del afamado certamen que subirá el telón en agosto, pese a la crisis económica nacional, en la búsqueda de diferentes tipos de mujeres.
Los organizadores del concurso afirmaron que buscarán alejarse de los estereotipos en la edición de 2019 y apostarán por una "belleza diferenciada" que no obligue a las candidatas a operarse para cambiar de aspecto.
El evento de más larga tradición en la industria venezolana del entretenimiento presentó 24 concursantes a quienes, según sus organizadores, "no se les ha impuesto cambios físicos", como cirugías plásticas.
"No estamos construyendo desde el comité ejecutivo un prototipo de mujer (...). No queremos mujeres todas estereotipadas", recalcó Nina Sicilia, gerente del Miss Venezuela, durante la presentación a la prensa de delgadas candidatas, todas maquilladas a la perfección.
Tras haber sometido en el pasado a la mayoría de sus participantes al bisturí, el certamen apuesta esta vez por "una belleza diferenciada", aseguró Gabriela Isler, directora de comunicaciones del concurso del que han salido también seis Miss Mundo.
Aunque la directiva no relacionó la estética de las aspirantes con la debacle económica, Sicilia reconoció a la AFP que la organización tiene limitaciones de recursos para montar el próximo show, que se celebrará el 1 de agosto.
"Nosotros vamos a seguir avanzando, respetando las limitaciones de recurso, respetando la coyuntura, sin hacer gala de opulencias innecesarias, pero sí en la medida que podamos vamos a mantener esa fastuosidad, esa majestuosidad", dijo.
Isler señaló al respecto que, precisamente por la crisis nacional, en la que según Naciones Unidas 1 de cada 4 venezolanos necesita asistencia humanitaria urgente, el certamen decidió incorporar como "prioridad" que el trabajo social de las competidoras debe "impactar positivamente en las comunidades".
Venezuela atraviesa la peor crisis de su historia reciente, con escasez de bienes básicos, una caída de su vital producción de crudo y una inflación proyectada en 10'000,000% por el FMI.
"No estamos abstraídos de la realidad del país", afirmó la gerente, aunque prometió un Miss Venezuela "a la altura" para su audiencia.
De hacerse en el poliedro de Caracas, con un aforo de 20.000 personas, pasó a un estudio de la televisora dueña de los derechos -Venevisión- con capacidad para unas 200.
El certamen, empañado por la debacle que vive el país, sigue siendo un escape para los venezolanos, que se jactan de ser una fábrica de reinas de belleza.
Con información de AFP
Comparte esta noticia