En su primera entrevista Fritzl dijo que también le gustaría escribir un libro solo para su hija a fin de explicarle el motivo de sus actos.
El monstruo de Austria, Josef Fritzl, afirmó que le gustaría recibir un castigo más fuerte por haber encerrado a su hija durante 24 años y engendrar con ella siete niños, y sostuvo que quiere ayudar a sus víctimas.
Fritzl, quien fue condenado a cadena perpetua, indicó en su primera entrevista desde la prisión que "intentó hacer que la vida en el sótano fuera lo más agradable posible para su segunda familia".
No obstante, según el diario The Sun, la fantasía del Carcelero de Amstetten colpasó cuando en el juicio en su contra fue puesto frente a su principal víctima, su hija Elizabeth.
Luego de escuchar el testimonio grabado de Elizabeth, el monstruo de Austria admitió la culpa en todos los cargos, incluyendo al menos 3.000 violaciones a su hija y el asesinato de uno de los niños que tuvo con ella.
"Tuve un extraño sentimiento que no puede describir, pero cuando ella estuvo allí, solo puedo decir que sentí algo diferente, sabiendo que ella estaba cerca a mí", indicó según The Sun.
"Después de eso, solo quiero el más duro de los castigos, hasta el final", agregó.
Fritzl manifestó que en cuanto la vio en el auditorio de la corte se encontró de pronto avergonzado. El monstruo sostuvo que no merece nada mejor a su castigo. "No merezco indulgencias. Sabía que tenía que confesar todo", agregó.
Sin embargo, el carcelero negó tener intenciones de suicidarse, y por el contrario, afirmó que le gustaría escribirle a su hija "para explicarle" sus acciones durante los 24 años de encierro. Para ello, señaló que quisiera escribirle un libro "solo para ella". "Trataré de explicar por qué actué de una forma tan horrible", agregó según el rotativo inglés.
Fritzl, quien fue condenado a cadena perpetua, indicó en su primera entrevista desde la prisión que "intentó hacer que la vida en el sótano fuera lo más agradable posible para su segunda familia".
No obstante, según el diario The Sun, la fantasía del Carcelero de Amstetten colpasó cuando en el juicio en su contra fue puesto frente a su principal víctima, su hija Elizabeth.
Luego de escuchar el testimonio grabado de Elizabeth, el monstruo de Austria admitió la culpa en todos los cargos, incluyendo al menos 3.000 violaciones a su hija y el asesinato de uno de los niños que tuvo con ella.
"Tuve un extraño sentimiento que no puede describir, pero cuando ella estuvo allí, solo puedo decir que sentí algo diferente, sabiendo que ella estaba cerca a mí", indicó según The Sun.
"Después de eso, solo quiero el más duro de los castigos, hasta el final", agregó.
Fritzl manifestó que en cuanto la vio en el auditorio de la corte se encontró de pronto avergonzado. El monstruo sostuvo que no merece nada mejor a su castigo. "No merezco indulgencias. Sabía que tenía que confesar todo", agregó.
Sin embargo, el carcelero negó tener intenciones de suicidarse, y por el contrario, afirmó que le gustaría escribirle a su hija "para explicarle" sus acciones durante los 24 años de encierro. Para ello, señaló que quisiera escribirle un libro "solo para ella". "Trataré de explicar por qué actué de una forma tan horrible", agregó según el rotativo inglés.
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