Según la necropsia, la recién nacida falleció a causa de una asfixia perinatal. Como se recuerda, la pequeña nació el pasado lunes y fue dada por muerta.
La recién nacida mexicana que, tras ser dada por muerta por los médicos, fue rescatada por sus padres poco antes de ser enterrada al oír sus llantos en el interior del ataúd, falleció hoy por las complicaciones médicas que presentaba, informó a Efe su abuela, María Guadalupe Trejo.
Las causas de la muerte son "una asfixia perinatal consecuencia de su inmadurez orgánica cardiopulmonar" y la falta de madurez "de todos los órganos vitales del cuerpo", explicó en rueda de prensa el director de Relaciones Sectoriales de la Secretaría de Salud del estado de Hidalgo, Israel Mendoza.
Así lo ha determinado la necropsia encargada por la Procuraduría (fiscalía) estatal, que investiga el caso, al departamento de medicina legal de Hidalgo (centro del país) para conocer las causas de la muerte.
La bebé nació el pasado lunes en el Hospital General de Tulancingo tras una gestación de 24 semanas, por lo que sólo pesaba 600 gramos y medía 22 centímetros.
La doctora que atendió el parto no observo latido cardiaco ni movimiento pulmonar y firmó su certificado de defunción, aunque horas después, poco antes de ser sepultada, sus familiares oyeron ruidos en su pequeño ataúd y, al abrirlo, comprobaron que estaba viva y llorando.
La abuela de la recién nacida, que reconoció a Efe que la familia "está muy mal" y vivirá "siempre" con el trauma de lo ocurrido, denunció hoy la "negligencia médica" de la que fue objeto su nieta, principalmente por la doctora que decretó su muerte y por el equipo médico "que la dejó morir".
"Desde antes de su nacimiento dijeron que la bebé ya no tenía vida por lo que se tendría que sacar del vientre de su mamá. Cuando nació nunca la vimos hasta que nos la entregaron con su certificado de muerte y envuelta como una momia veinte minutos después de haberla sacado", explicó.
Recordó que cuando descubrieron en el velatorio que la bebé que daban por muerta estaba viva en el interior de su ataúd se quedaron "sorprendidos, pero también contentos" y que mantenían la esperanza de que sobreviviría.
La bebé, segunda hija de una adolescente de 17 años, nació de forma prematura en un hospital público de la localidad de Tulancingo aunque tras el error médico fue ingresada en el Hospital General de Pachuca, donde falleció.
Mientras tanto, la madre de la bebé, que tuvo muchas complicaciones en el embarazo, viajó hoy a Ciudad de México para ser atendida en un centro hospitalario, explicó Trejo.
La Procuraduría de Hidalgo investiga lo ocurrido y llamará a declarar en los próximos días al equipo médico que atendió el parto y que podría haber incurrido en un delito de responsabilidad profesional.
Dicho delito no está tipificado como grave, por lo que no hay posibilidad de arraigar (detención preventiva) a los presuntos responsables.
EFE
Las causas de la muerte son "una asfixia perinatal consecuencia de su inmadurez orgánica cardiopulmonar" y la falta de madurez "de todos los órganos vitales del cuerpo", explicó en rueda de prensa el director de Relaciones Sectoriales de la Secretaría de Salud del estado de Hidalgo, Israel Mendoza.
Así lo ha determinado la necropsia encargada por la Procuraduría (fiscalía) estatal, que investiga el caso, al departamento de medicina legal de Hidalgo (centro del país) para conocer las causas de la muerte.
La bebé nació el pasado lunes en el Hospital General de Tulancingo tras una gestación de 24 semanas, por lo que sólo pesaba 600 gramos y medía 22 centímetros.
La doctora que atendió el parto no observo latido cardiaco ni movimiento pulmonar y firmó su certificado de defunción, aunque horas después, poco antes de ser sepultada, sus familiares oyeron ruidos en su pequeño ataúd y, al abrirlo, comprobaron que estaba viva y llorando.
La abuela de la recién nacida, que reconoció a Efe que la familia "está muy mal" y vivirá "siempre" con el trauma de lo ocurrido, denunció hoy la "negligencia médica" de la que fue objeto su nieta, principalmente por la doctora que decretó su muerte y por el equipo médico "que la dejó morir".
"Desde antes de su nacimiento dijeron que la bebé ya no tenía vida por lo que se tendría que sacar del vientre de su mamá. Cuando nació nunca la vimos hasta que nos la entregaron con su certificado de muerte y envuelta como una momia veinte minutos después de haberla sacado", explicó.
Recordó que cuando descubrieron en el velatorio que la bebé que daban por muerta estaba viva en el interior de su ataúd se quedaron "sorprendidos, pero también contentos" y que mantenían la esperanza de que sobreviviría.
La bebé, segunda hija de una adolescente de 17 años, nació de forma prematura en un hospital público de la localidad de Tulancingo aunque tras el error médico fue ingresada en el Hospital General de Pachuca, donde falleció.
Mientras tanto, la madre de la bebé, que tuvo muchas complicaciones en el embarazo, viajó hoy a Ciudad de México para ser atendida en un centro hospitalario, explicó Trejo.
La Procuraduría de Hidalgo investiga lo ocurrido y llamará a declarar en los próximos días al equipo médico que atendió el parto y que podría haber incurrido en un delito de responsabilidad profesional.
Dicho delito no está tipificado como grave, por lo que no hay posibilidad de arraigar (detención preventiva) a los presuntos responsables.
EFE
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