La alerta internacional por viruela del mono se produce cuando vivimos una grave crisis ligada a la ligereza con la que el Gobierno actúa frente a mecanismos como el SERUM.
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El director de la Organización Mundial de la Salud ha declarado el estado de alerta internacional por la multiplicación de casos de la llamada viruela del mono.
La figura del médico etíope que dirige la OMS, el Dr. Tedros Adhamon, viene a recordarnos sus continuas intervenciones durante los casi tres años que duró la pandemia de la COVID-19, a partir de marzo del 2020.
En el caso de la viruela del mono, llamada también mpox, se trata de una enfermedad conocida desde los años cincuenta, cuando se le identificó a lo largo del río Congo, en África Central. Su origen se atribuye al contacto, con frecuencia de juegos, entre niños de regiones de la selva con monos y otros animales silvestres.
Si la OMS ha intervenido con tanta rapidez es porque ya se ha reconocido un caso en Suecia, lo que podría significar una rápida difusión en todas las regiones del mundo, cada vez más globalmente interrelacionado.
Desde luego, tenemos que mantenernos informados de lo que pasa en otros países para anticipar la eventual llegada a nuestro país de la infección, lo que ya sucedió hace dos años, cuando 20 personas murieron de la infección.
Pero lo más importante es estar preparados, lo que significa saber qué hemos aprendido de la triste experiencia de la COVID, cuando figuramos como uno de los países con más alta tasa de mortalidad.
Afortunadamente, en el caso de la viruela del mono, el contagio es menos fulgurante, porque requiere un contacto estrecho entre el infectado y otras personas, sobre todo a partir de relaciones sexuales.
¿Estamos equipados con los medicamentos que sabemos que funcionan? ¿Tenemos el número necesario de camas UCI, de médicos especialistas en infecciones? ¿Somos capaces de llevar a cabo campañas eficaces de difusión y prevención?
La alerta internacional decidida por la OMS se produce cuando vivimos una grave crisis ligada a la ligereza con la que el Gobierno actúa frente a mecanismos como el SERUM, que permite la presencia de jóvenes graduados en zonas rurales y en la periferia de las ciudades.
Es el momento de acabar con la demagogia y de escuchar a Facultades de Medicina, como la de San Marcos.
Las cosas como son
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