El 27 de diciembre de 2008 el Ejército israelí emprendió la operación aérea más sangrienta contra objetivos de Hamás en Gaza en 40 años.
El 27 de diciembre de 2008 el Ejército israelí emprendió la operación aérea más sangrienta contra objetivos de Hamás en Gaza en 40 años, en respuesta al continuo lanzamiento de cohetes Kasam por parte de la milicia palestina contra el sur de Israel y las consiguientes rupturas de la tregua pactada con Israel.
La ofensiva aérea, bautizada como "Plomo fundido" y que pasó a ser terrestre a la semana de su inicio, causó 1.300 palestinos muertos -de ellos 417 niños- y 5.300 heridos, según fuentes hospitalarias palestinas, mientras que del lado israelí los muertos fueron 13, incluidos seis militares, y cientos los heridos. EFE
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