La seguridad se ha convertido en el mayor desafío para luchar contra la polio en Pakistán, ya que existe la creencia en este país, de mayoría musulmana, que la vacunación es un acto "antiislámico".
Un policía que custodiaba un equipo de vacunación contra la poliomielitis murió tiroteado este martes tras un ataque armado cometido por hombres no identificados en el suroeste de Pakistán, país en el que algunos consideran estas campañas de inmunización como un acto occidental "antiislámico".
El ataque tuvo lugar en el área de Pishin, en la conflictiva provincia de Baluchistán, aproximadamente a las 10.00 horas (5.00 GMT) cuando "terroristas no identificados que iban en motocicleta abrieron fuego contra el equipo y huyeron del lugar", dijo a EFE el oficial Muhammed Ramzan, de la oficina de policía regional.
El agente que protegía al equipo murió en el ataque, mientras que los vacunadores resultaron ilesos, precisó la fuente, que informó además del inicio de una investigación y la búsqueda de los responsables, sin que se hayan efectuado detenciones hasta ahora.
El equipo atacado hoy es parte de una campaña nacional de cinco días para inmunizar a más de 25 millones de niños menores de cinco años en 83 distritos de Pakistán, en medio de un brote de la enfermedad en la provincia occidental de Khyber Pakhtunkhwa (KPK).
La lucha contra la polio en Pakistán
La poliomielitis continúa siendo una amenaza para los niños en Pakistán, donde las autoridades han informado de 20 nuevos casos en lo que va de año, todos en KPK.
El primer caso de poliomielitis en esta provincia fue anunciado en abril pasado después de un periodo de 15 meses sin incidencias, el más largo que el país había experimentado sin un caso desde que comenzaron los esfuerzos de erradicación en 1994.
Pakistán notificó solo un caso de polio en 2021.
La seguridad se ha convertido en el mayor desafío para luchar contra la enfermedad en Pakistán, ya que existe la creencia en este país de mayoría musulmana que la vacunación es un acto "antiislámico" o que se trata de una campaña occidental para controlar la natalidad de los musulmanes al provocar infertilidad.
Pese a los grandes esfuerzos por su erradicación, los equipos de vacunación sufren con frecuencia ataques de militantes insurgentes, incluidos los talibanes.
EFE
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