´El cielo no está cerrado´ y Dios ´está cercano a los hombres´, manifestó el Papa durante su discurso con motivo del tradicional intercambio de felicitaciones en Navidad.
El papa Benedicto XVI dijo que la Iglesia Católica debe dialogar también con los ateos y abrir una especie de "patio de los gentiles", donde los hombres pueda de alguna manera engancharse a Dios.
El Pontífice hizo esta manifestación en el discurso que dirigió a la Curia Romana y al Governatorato (gobierno) de la Ciudad del Vaticano, con motivo del tradicional intercambio de felicitaciones en Navidad.
El Obispo de Roma recordó una cita del profeta Isaías y dijo que el templo debe ser una casa de rezos para todos los pueblos y afirmó que los creyentes deben acoger a los agnósticos y a los ateos.
"Al actual diálogo con las religiones debe agregarse sobre todo el diálogo con aquellos para los que la religión es una cosa extraña, para los que Dios es un desconocido y que deseen acercarse a Él al menos como ese Desconocido", afirmó el Papa.
El Papa agregó que el "cielo no está cerrado" y que Dios "está cercano a los hombres".
Reiteró que África necesita "reconciliación, justicia y paz" y señaló que los sufrimientos y penas de la historia reciente de África y de otras partes del planeta muestran que "los contrastes no resueltos y profundamente radicados pueden llevar a explosiones de violencia, en la que cualquier sentido de humanidad parecen perdidos".
Recordó su peregrinación a Tierra Santa, que le llevó a Jordania, Israel y los Territorios Palestinos, y dijo que la visita al Memorial del Holocausto "Yad Vashem", de Jerusalén, fue un "encuentro sobrecogedor con la crueldad de la culpa humana".
Fue el encuentro -agregó- "con el odio de una ideología ciega (el nazismo), que sin justificación alguna envió a millones de personas a la muerte y que quiso echar del mundo también a Dios, el Dios de Abraham, de Isaac y Jacob y el Dios de Jesucristo". EFE
El Pontífice hizo esta manifestación en el discurso que dirigió a la Curia Romana y al Governatorato (gobierno) de la Ciudad del Vaticano, con motivo del tradicional intercambio de felicitaciones en Navidad.
El Obispo de Roma recordó una cita del profeta Isaías y dijo que el templo debe ser una casa de rezos para todos los pueblos y afirmó que los creyentes deben acoger a los agnósticos y a los ateos.
"Al actual diálogo con las religiones debe agregarse sobre todo el diálogo con aquellos para los que la religión es una cosa extraña, para los que Dios es un desconocido y que deseen acercarse a Él al menos como ese Desconocido", afirmó el Papa.
El Papa agregó que el "cielo no está cerrado" y que Dios "está cercano a los hombres".
Reiteró que África necesita "reconciliación, justicia y paz" y señaló que los sufrimientos y penas de la historia reciente de África y de otras partes del planeta muestran que "los contrastes no resueltos y profundamente radicados pueden llevar a explosiones de violencia, en la que cualquier sentido de humanidad parecen perdidos".
Recordó su peregrinación a Tierra Santa, que le llevó a Jordania, Israel y los Territorios Palestinos, y dijo que la visita al Memorial del Holocausto "Yad Vashem", de Jerusalén, fue un "encuentro sobrecogedor con la crueldad de la culpa humana".
Fue el encuentro -agregó- "con el odio de una ideología ciega (el nazismo), que sin justificación alguna envió a millones de personas a la muerte y que quiso echar del mundo también a Dios, el Dios de Abraham, de Isaac y Jacob y el Dios de Jesucristo". EFE
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