La madre del adolescente explicó que el can subió entre las llamas al segundo piso para ayudar a su amo, quien estaba aterrado por el fuego.
Un muchacho de 15 años recibió la ayuda de su fiel perro para escapar de un incendio en su vivienda del sur de Chile, y del que tanto mascota como amo salieron sanos y salvos, anunció el domingo la prensa local.
La madrugada del sábado Cristián estaba en el dormitorio del segundo piso de su casa divirtiéndose con videojuegos, mientras que en el primer piso del inmueble -ubicado en Concepción, a unos 500 km al sur de Santiago- la familia celebraba las fiestas patrias de Chile.
De pronto, un cortocircuitó lanzó una chispa que comenzó a consumir rápidamente el segundo piso de la casa, principalmente construido en madera. "Todo fue en un abrir y cerrar de ojos.
Yo había salido a buscar a mi papá y de pronto escuché que gritaban: ¡Incendio!.
Corrí hacia mi casa, porque mi hijo estaba en el segundo piso", narró la madre de Cristián, María Cuevas. Pero, dice Cuevas, nadie había atinado a ayudarlo.
De pronto, Lucky, un perro sin raza y mascota de la familia, subió corriendo por su amo.
El can mordió del brazo a Cristián y lo agarró para que lo siguiera.
"Mi perro subió entre las llamas al segundo piso y, como mi hijo estaba desesperado y no atinaba siquiera a moverse, el perro le mordió el brazo y lo despabiló para que bajara", explicó la madre del menor al diario Crónica de Concepción.
El muchacho resultó ileso y el can sólo tuvo algunos pelos chamuscados, aunque el segundo piso de la casa quedó destruido por el incendio. "Aunque el lugar estuvo envuelto en llamas, fue mi perro, el Lucky, el que lo salvó. Ahora es mi héroe", dijo María Cuevas. AFP
La madrugada del sábado Cristián estaba en el dormitorio del segundo piso de su casa divirtiéndose con videojuegos, mientras que en el primer piso del inmueble -ubicado en Concepción, a unos 500 km al sur de Santiago- la familia celebraba las fiestas patrias de Chile.
De pronto, un cortocircuitó lanzó una chispa que comenzó a consumir rápidamente el segundo piso de la casa, principalmente construido en madera. "Todo fue en un abrir y cerrar de ojos.
Yo había salido a buscar a mi papá y de pronto escuché que gritaban: ¡Incendio!.
Corrí hacia mi casa, porque mi hijo estaba en el segundo piso", narró la madre de Cristián, María Cuevas. Pero, dice Cuevas, nadie había atinado a ayudarlo.
De pronto, Lucky, un perro sin raza y mascota de la familia, subió corriendo por su amo.
El can mordió del brazo a Cristián y lo agarró para que lo siguiera.
"Mi perro subió entre las llamas al segundo piso y, como mi hijo estaba desesperado y no atinaba siquiera a moverse, el perro le mordió el brazo y lo despabiló para que bajara", explicó la madre del menor al diario Crónica de Concepción.
El muchacho resultó ileso y el can sólo tuvo algunos pelos chamuscados, aunque el segundo piso de la casa quedó destruido por el incendio. "Aunque el lugar estuvo envuelto en llamas, fue mi perro, el Lucky, el que lo salvó. Ahora es mi héroe", dijo María Cuevas. AFP
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