"La medida busca agilizar los procesos", declaró el mandatario en el palacio presidencial de Cerro Castillo, en Viña del Mar, poco después de haber sido investido presidente de Chile.
El nuevo presidente de Chile,
Sebastián Piñera, declaró el estado de catástrofe en la región de
O"Higgins, sacudida hoy por un sismo de 7,2 grados de magnitud, y
viajó hacia esa zona y a otras ciudades afectadas por el terremoto
del 27 de febrero.
"La medida busca agilizar los procesos", dijo el mandatario a los periodistas en el palacio presidencial de Cerro Castillo, en Viña del Mar, poco después de haber sido investido presidente en un acto celebrado en la sede del Congreso chileno, en el vecino puerto de Valparaíso.
"Hay daños significativos en Rancagua (la capital de O"Higgins, a 90 kilómetros de Santiago)", dijo Piñera, quien anunció que se va a "desplazar a las Fuerzas Armadas para garantizar las seguridad ciudadana".
Además, en sus declaraciones, retransmitidas en directo por la televisión local, dijo que viajará a esa ciudad apenas le sea posible.
A las 11:39 horas (14:39 GMT), unos veinte minutos antes de la ceremonia de investidura, un sismo de 7,2 grados afectó a varias regiones de Chile y la Armada dio un alerta de tsunami, con la recomendación de evacuar las localidades costeras en una extensión de 1.500 kilómetros del territorio chileno, entre las regiones de Coquimbo y Los Lagos.
El sismo, según los expertos, ha sido la mayor réplica ocurrida hasta ahora del terremoto del 27 de febrero, que tuvo 8,8 grados de magnitud.
El temblor fue seguido de otro, de 6,9 grados de magnitud, a las 11:55 horas (14:55 GMT) y de un tercero, de seis grados, a las 12:06 (15:06 GMT).
Piñera también llamó a la calma a la población y recomendó que se sigan las instrucciones de alerta preventiva de las autoridades, además de enviar a su ministro del Interior, Rodrigo Hinzpeter, a la Oficina Nacional de Emergencia (Onemi) para realizar un seguimiento de la situación.
El nuevo presidente dijo que tiene "sentimientos encontrados", debido al devastador terremoto del 27 de febrero, cuyo balance es hasta ahora de 497 muertos identificados y dos millones de damnificados, además de cuantiosos daños materiales.
"Uno siente sentimientos encontrados, una gran emoción, una gran felicidad (...), pero también estoy consciente que estamos viviendo tiempos de mucha tragedia, de mucho dolor, de mucho sufrimiento", dijo Piñera en el Palacio de Cerro Castillo de Viña del Mar, después de ser investido presidente.
El mandatario indicó que en estos difíciles momentos se debe mostrar la "fortaleza" del pueblo chileno sin olvidar a los muertos, heridos y damnificados.
"Quiero llamar a todas las chilenas y los chilenos en estos momentos de adversidad a que sequemos nuestras lágrimas y (nos) pongamos manos a la obra en la gran tarea de enfrentar esta emergencia, en la gran tarea de reconstruir nuestro país", dijo.
Destacó la necesidad de "levantar el alma" de Chile tras la tragedia, y se mostró convencido de que el país "va a estar a la altura de este desafío".
Tras ser investido, Piñera saludó brevemente con los jefes de Estado y personalidades internacionales invitadas, pero suspendió un almuerzo que tenía previsto y partió de inmediato rumbo a Rancagua, para después seguir a la localidad de Constitución, una de las más afectadas por el terremoto.
Después de escuchar los testimonios de los damnificados, el nuevo mandatario encabezará allí una reunión con los ministros de las áreas directamente implicadas en la reconstrucción, y está previsto que anuncie las primeras medidas de su plan "Levantemos Chile".
Más tarde viajará a Santiago, donde tiene previsto pronunciar, desde un balcón de La Moneda, su primer discurso oficial como jefe del Estado. EFE
"La medida busca agilizar los procesos", dijo el mandatario a los periodistas en el palacio presidencial de Cerro Castillo, en Viña del Mar, poco después de haber sido investido presidente en un acto celebrado en la sede del Congreso chileno, en el vecino puerto de Valparaíso.
"Hay daños significativos en Rancagua (la capital de O"Higgins, a 90 kilómetros de Santiago)", dijo Piñera, quien anunció que se va a "desplazar a las Fuerzas Armadas para garantizar las seguridad ciudadana".
Además, en sus declaraciones, retransmitidas en directo por la televisión local, dijo que viajará a esa ciudad apenas le sea posible.
A las 11:39 horas (14:39 GMT), unos veinte minutos antes de la ceremonia de investidura, un sismo de 7,2 grados afectó a varias regiones de Chile y la Armada dio un alerta de tsunami, con la recomendación de evacuar las localidades costeras en una extensión de 1.500 kilómetros del territorio chileno, entre las regiones de Coquimbo y Los Lagos.
El sismo, según los expertos, ha sido la mayor réplica ocurrida hasta ahora del terremoto del 27 de febrero, que tuvo 8,8 grados de magnitud.
El temblor fue seguido de otro, de 6,9 grados de magnitud, a las 11:55 horas (14:55 GMT) y de un tercero, de seis grados, a las 12:06 (15:06 GMT).
Piñera también llamó a la calma a la población y recomendó que se sigan las instrucciones de alerta preventiva de las autoridades, además de enviar a su ministro del Interior, Rodrigo Hinzpeter, a la Oficina Nacional de Emergencia (Onemi) para realizar un seguimiento de la situación.
El nuevo presidente dijo que tiene "sentimientos encontrados", debido al devastador terremoto del 27 de febrero, cuyo balance es hasta ahora de 497 muertos identificados y dos millones de damnificados, además de cuantiosos daños materiales.
"Uno siente sentimientos encontrados, una gran emoción, una gran felicidad (...), pero también estoy consciente que estamos viviendo tiempos de mucha tragedia, de mucho dolor, de mucho sufrimiento", dijo Piñera en el Palacio de Cerro Castillo de Viña del Mar, después de ser investido presidente.
El mandatario indicó que en estos difíciles momentos se debe mostrar la "fortaleza" del pueblo chileno sin olvidar a los muertos, heridos y damnificados.
"Quiero llamar a todas las chilenas y los chilenos en estos momentos de adversidad a que sequemos nuestras lágrimas y (nos) pongamos manos a la obra en la gran tarea de enfrentar esta emergencia, en la gran tarea de reconstruir nuestro país", dijo.
Destacó la necesidad de "levantar el alma" de Chile tras la tragedia, y se mostró convencido de que el país "va a estar a la altura de este desafío".
Tras ser investido, Piñera saludó brevemente con los jefes de Estado y personalidades internacionales invitadas, pero suspendió un almuerzo que tenía previsto y partió de inmediato rumbo a Rancagua, para después seguir a la localidad de Constitución, una de las más afectadas por el terremoto.
Después de escuchar los testimonios de los damnificados, el nuevo mandatario encabezará allí una reunión con los ministros de las áreas directamente implicadas en la reconstrucción, y está previsto que anuncie las primeras medidas de su plan "Levantemos Chile".
Más tarde viajará a Santiago, donde tiene previsto pronunciar, desde un balcón de La Moneda, su primer discurso oficial como jefe del Estado. EFE
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