Según los encargados de las tareas de rescate, una de las sondas alcanzó los 520 metros de profundidad, a unos 200 del nivel en que deberían estar los atrapados.
El presidente de Chile,
Sebastián Piñera, dijo hoy que el lunes o martes próximo podría
establecerse contacto con los 33 trabajadores que llevan nueve días
atrapados en una mina del norte del país, sin que a ciencia cierta
se sepa si aún están vivos.
"Esperamos lograr este lunes o martes contacto con los mineros", dijo Piñera en las afueras de la mina, que visitó por tercera vez desde el derrumbe que el pasado 5 de agosto dejó atrapados a los trabajadores de la mina "San Jose", en las cercanías de la ciudad de Copiapó, a unos 830 kilómetros de Santiago.
El mandatario coincidió con el ministro chileno de Minería, Laurence Golborne, que poco antes había señalado también que las sondas que perforan el cerro en que está la mina alcanzarían el lunes o martes el área donde se supone están los trabajadores.
Piñera matizó que "lo importante no es que el contacto se produzca el lunes o martes, sino que sepamos que se va a producir".
"Esperamos rescatarlos con vida, no todo está en mano de los ingenieros y técnicos, estamos también en las manos de Dios", añadió el mandatario, que explicó que en este momento hay siete sondas que avanzan hacia la profundidad del cerro y mañana se sumarán otras dos máquinas, llegadas desde Estados Unidos y Australia.
"Estos instrumentos de última generación nos va a permitir que la última etapa del sondaje se haga con mucha precisión", dijo.
Anunció además que el Gobierno trabaja en crear puestos de trabajo para que los mineros del yacimiento no queden desempleados.
Sebastián Piñera consideró "preocupante" la situación de las familias de los mineros, "que han vivido días de mucho dolor", pero subrayó que "hemos hecho lo humanamente posible".
Según los encargados de las tareas de rescate, una de las sondas alcanzó los 520 metros de profundidad, a unos 200 del nivel en que deberían estar los atrapados.
De forma paralela, continúa la fortificación del conducto de ventilación de la mina, para intentar nuevamente llegar por ahí a las víctimas.
Esa vía fue la primera utilizada para intentar el rescate, pero el 7 de agosto se produjo un derrumbe que la bloqueó; los expertos creen que, de poder habilitarla, el rescate de los mineros se reduciría a unas pocas horas.
Sebastián Piñera aseguró además que no habrá impunidad para los responsables del accidente.
"Vamos a determinar todas las responsabilidades y sancionar a todos los responsables; aquí no va a haber impunidad y las responsabilidades pueden estar en la empresa que administra y explota esta mina y también pueden estar en los organismos públicos", sentenció.
Los dueños de la empresa San Esteban, propietarios de la mina, admitieron el viernes que estaban atrasados en el pago de las prestaciones sociales de sus trabajadores y que tampoco habían contratado seguros para su personal.
Hace unos días, Piñera destituyó a tres altos cargos del Servicio Nacional de Geología y Minería (Sernageomin), organismo que en 2008 autorizó la reapertura de la mina tras haberla clausurado el año anterior, debido a un accidente que costó la vida a un trabajador. EFE
"Esperamos lograr este lunes o martes contacto con los mineros", dijo Piñera en las afueras de la mina, que visitó por tercera vez desde el derrumbe que el pasado 5 de agosto dejó atrapados a los trabajadores de la mina "San Jose", en las cercanías de la ciudad de Copiapó, a unos 830 kilómetros de Santiago.
El mandatario coincidió con el ministro chileno de Minería, Laurence Golborne, que poco antes había señalado también que las sondas que perforan el cerro en que está la mina alcanzarían el lunes o martes el área donde se supone están los trabajadores.
Piñera matizó que "lo importante no es que el contacto se produzca el lunes o martes, sino que sepamos que se va a producir".
"Esperamos rescatarlos con vida, no todo está en mano de los ingenieros y técnicos, estamos también en las manos de Dios", añadió el mandatario, que explicó que en este momento hay siete sondas que avanzan hacia la profundidad del cerro y mañana se sumarán otras dos máquinas, llegadas desde Estados Unidos y Australia.
"Estos instrumentos de última generación nos va a permitir que la última etapa del sondaje se haga con mucha precisión", dijo.
Anunció además que el Gobierno trabaja en crear puestos de trabajo para que los mineros del yacimiento no queden desempleados.
Sebastián Piñera consideró "preocupante" la situación de las familias de los mineros, "que han vivido días de mucho dolor", pero subrayó que "hemos hecho lo humanamente posible".
Según los encargados de las tareas de rescate, una de las sondas alcanzó los 520 metros de profundidad, a unos 200 del nivel en que deberían estar los atrapados.
De forma paralela, continúa la fortificación del conducto de ventilación de la mina, para intentar nuevamente llegar por ahí a las víctimas.
Esa vía fue la primera utilizada para intentar el rescate, pero el 7 de agosto se produjo un derrumbe que la bloqueó; los expertos creen que, de poder habilitarla, el rescate de los mineros se reduciría a unas pocas horas.
Sebastián Piñera aseguró además que no habrá impunidad para los responsables del accidente.
"Vamos a determinar todas las responsabilidades y sancionar a todos los responsables; aquí no va a haber impunidad y las responsabilidades pueden estar en la empresa que administra y explota esta mina y también pueden estar en los organismos públicos", sentenció.
Los dueños de la empresa San Esteban, propietarios de la mina, admitieron el viernes que estaban atrasados en el pago de las prestaciones sociales de sus trabajadores y que tampoco habían contratado seguros para su personal.
Hace unos días, Piñera destituyó a tres altos cargos del Servicio Nacional de Geología y Minería (Sernageomin), organismo que en 2008 autorizó la reapertura de la mina tras haberla clausurado el año anterior, debido a un accidente que costó la vida a un trabajador. EFE
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