Policía arresta a varias personas en relación con doble ataque en Oslo

La policía noruega detuvo a varias personas en una operación especial en una casa en las afueras de Oslo en relación al doble atentado del viernes, en el que murieron al menos 93 personas en la capital y la vecina isla de Utoya.

Equipos especiales de las fuerzas de seguridad participaron en el dispositivo, que cercó una casa en una zona industrial de Slettelokka, en el este de la capital, y podrían haberse incautado de contenedores de productos químicos, según el rotativo local "VG" en su edición digital.

La operación comenzó poco antes de mediodía y se prolongó durante varias horas, cuando los agentes sacaron de un barracón a un número indeterminado de hombres con aspecto de provenir del este de Europa, algunos en ropa interior, y procedieron a abrir varios contenedores con productos químicos, según testigos de la operación citados por el periódico.

Las fuerzas de seguridad sólo han confirmado hasta el momento que ha tenido lugar una operación en Oslo relacionada con los ataques del viernes, pero no ha apuntado ni objetivos ni resultados.

El viernes, al menos 93 personas murieron asesinadas, según el último recuento oficial, en los atentados registrados en Oslo y en el campamento de las juventudes socialdemócratas de la isla de Utoya, a unos 40 kilómetros de la capital.

La policía parte de la base de que el presunto autor de ambos ataques, Anders Behring Breivik, un noruego de 32 años sin antecedentes penales que actuó solo, pero no descarta la existencia de cómplices.

El sospechoso está relacionado con ambientes ultraderechistas e islamófobos, así como con grupos fundamentalistas cristianos.

La policía analiza el contenido de un manifiesto islamófobo y anticomunista que supuestamente colgó inmediatamente antes de sus ataques en internet, confirmaron fuentes policiales.

El documento, en inglés y de 1.500 páginas, lleva por título "2083 Una declaración de Independencia Europa", y entre otras cosas declara la "guerra de sangre" a inmigrantes y marxistas. EFE