El jefe del Gabinete argentino, Aníbal Fernández, detalló que la voz que interfirió la comunicación del helicóptero de la mandataria decía ´maten a la yegua, mátenla´.
La Fiscalía del Estado argentino denunció ante la Justicia supuestas amenazas a la presidenta Cristina Fernández, por medio de interferencias en el sistema de comunicaciones del helicóptero que usa para trasladarse.
Es "un gesto amenazante e intimidatorio hacia la presidenta. Lo que pasó es muy grave", apuntó el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández.
La interferencia, divulgada el viernes por el canal de televisión C5N, se produjo cuando la presidenta Fernández se trasladaba en helicóptero desde su residencia oficial, a las afueras de Buenos Aires, a la sede del Gobierno, en pleno centro porteño.
"Estamos hablando de equipos que solamente se pueden usar desde otra aeronave o desde un lugar desde donde se administre información de algún aparato DHF, que son los que permiten meterse dentro de la misma frecuencia", sostuvo Aníbal Fernández en declaraciones a la emisora Radio 10.
El secretario general de la Presidencia, Oscar Parrilli, notificó del incidente a la Procuración General (Fiscalía de Estado), cuyo titular, Esteban Righi, presentó una denuncia ante la Cámara Federal de Buenos Aires.
El hecho, calificado como "delito de acción pública", será investigado por el juzgado federal 4, a cargo del magistrado Ariel Lijo, con la intervención del fiscal Eduardo Taiano, según informaron fuentes judiciales.
Aníbal Fernández admitió la posibilidad de que las amenazas estén vinculadas al juicio que comenzó el pasado viernes contra el ex capitán de fragata Alfredo Astíz y otros 18 ex marinos por delitos de lesa humanidad cometidos en la Escuela Superior de Mecánica de la Armada, donde funcionó el mayor centro clandestino de detención de la dictadura argentina (1976-1983).
Al ser consultada por la prensa sobre la denuncia, Cristina Fernández dijo que el episodio es una "muestra" de que "los dinosaurios todavía están", en alusión con los integrantes de la dictadura.
Con todo, la mandataria no quiso arriesgar nombres de los autores de las amenazas y aseguró que "será la Justicia la que lo determine".
Según la denuncia hecha por el Gobierno, la amenaza se concretó el viernes pasado, a las 11.34 hora local (14.34 GMT), en el mismo momento en que se iniciaba el juicio.
De acuerdo con un informe de la Casa Militar, a cargo de la seguridad presidencial, citado por la agencia oficial Télam, además de los insultos a la mandataria, la interferencia incluyó cinco segundos de una marcha militar identificada con la última dictadura.
EFE
Es "un gesto amenazante e intimidatorio hacia la presidenta. Lo que pasó es muy grave", apuntó el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández.
La interferencia, divulgada el viernes por el canal de televisión C5N, se produjo cuando la presidenta Fernández se trasladaba en helicóptero desde su residencia oficial, a las afueras de Buenos Aires, a la sede del Gobierno, en pleno centro porteño.
"Estamos hablando de equipos que solamente se pueden usar desde otra aeronave o desde un lugar desde donde se administre información de algún aparato DHF, que son los que permiten meterse dentro de la misma frecuencia", sostuvo Aníbal Fernández en declaraciones a la emisora Radio 10.
El secretario general de la Presidencia, Oscar Parrilli, notificó del incidente a la Procuración General (Fiscalía de Estado), cuyo titular, Esteban Righi, presentó una denuncia ante la Cámara Federal de Buenos Aires.
El hecho, calificado como "delito de acción pública", será investigado por el juzgado federal 4, a cargo del magistrado Ariel Lijo, con la intervención del fiscal Eduardo Taiano, según informaron fuentes judiciales.
Aníbal Fernández admitió la posibilidad de que las amenazas estén vinculadas al juicio que comenzó el pasado viernes contra el ex capitán de fragata Alfredo Astíz y otros 18 ex marinos por delitos de lesa humanidad cometidos en la Escuela Superior de Mecánica de la Armada, donde funcionó el mayor centro clandestino de detención de la dictadura argentina (1976-1983).
Al ser consultada por la prensa sobre la denuncia, Cristina Fernández dijo que el episodio es una "muestra" de que "los dinosaurios todavía están", en alusión con los integrantes de la dictadura.
Con todo, la mandataria no quiso arriesgar nombres de los autores de las amenazas y aseguró que "será la Justicia la que lo determine".
Según la denuncia hecha por el Gobierno, la amenaza se concretó el viernes pasado, a las 11.34 hora local (14.34 GMT), en el mismo momento en que se iniciaba el juicio.
De acuerdo con un informe de la Casa Militar, a cargo de la seguridad presidencial, citado por la agencia oficial Télam, además de los insultos a la mandataria, la interferencia incluyó cinco segundos de una marcha militar identificada con la última dictadura.
EFE
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