Niveles de yodo-131 han sido descubiertos en la costa del Pacífico, sin embargo, estudios revelan que no presentan un daño real para la población.
Científicos canadienses dijeron hoy que han detectado crecientes niveles de radiación procedente de la central nuclear japonesa de Fukushima en la lluvia y algas de la costa del Pacífico de Canadá.
El científico Kris Starosta, de la Universidad Simon Fraser de Canadá, señaló en un estudio publicado hoy que ha detectado yodo-131 aunque los niveles descubiertos "no presentan un daño inminente para el público".
También hoy, Estados Unidos dijo que ha detectado radiación en la lluvia y varios estados recomendaron a sus ciudadanos que no beban el agua de lluvia.
Pero Starosta dijo que "al día de hoy, los niveles que estamos detectando no son dañinos para los humanos. Nos basamos en estudios japoneses realizados tras Chernobyl en 1986 cuando los niveles de yodo-131 fueron cuatro veces más elevados que lo detectado de momento en nuestra lluvia".
El científico canadiense insistió que "no hemos alcanzado los niveles de elevado riesgo".
El agua de lluvia analizada por Starosta fue recogida en la ciudad de Vancouver y sus alrededores. Los científicos dijeron que no empezaron a detectar yodo-131 hasta el 19 de marzo y que el radioisótopo fue detectado de nuevo los días 20 y 25 de marzo.
El 19 de mazo se detectaron 9 desintegraciones de yodo-131 por segundo por litro de agua de lluvia. El 20 de marzo la cifra aumentó a 12 y el 25 de marzo se redujo a 11.
"El único posible origen del yodo-131 en la atmósfera es un escape de una fisión nuclear. El yodo tiene una vida de ocho días por lo que hemos concluido que el único posible escape fue el incidente de Fukushima", añadió Starosta.
EFE
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