Tras una larga sesión, los republicanos lograron que la ley vuelva a la Cámara Baja, donde ya fue aprobada el pasado domingo por 219 votos.
Los republicanos, opuestos frontalmente a la reforma sanitaria de Barack Obama, lograron un pequeño triunfo, al eliminar dos provisiones de la ley, lo que obligará a hacer una nueva votación en la Cámara Baja.
La Cámara de Representantes aprobó el domingo, por 219 votos contra 212, la ley de reforma sanitaria, que Obama promulgó el martes en una jubilosa ceremonia en la sala Este de la Casa Blanca.
Pero la Cámara también aprobó el domingo un paquete de enmiendas a la ley, que fue fundamental para que un grupo importante de demócratas contrarios al aborto diera el sí en la votación de la ley.
Este paquete de enmiendas debía ser aprobado sin cambios en el Senado, lo que no ha ocurrido. Los republicanos, dispuestos a no dar la batalla por perdida en contra de la reforma del sistema sanitario, presentaron una batería de modificaciones con la intención de obstaculizar el proceso.
El miércoles, el Senado se embarcó en una larga sesión para debatir y rechazar, una por una, las propuestas republicanas. Sin embargo, ya en la madrugada del jueves, la oposición logró un triunfo al demostrar que dos de las provisiones del proyecto de ley violaban las reglas presupuestarias.
Las provisiones en sí no son importantes, se refieren a becas para estudiantes de bajos ingresos, pero han permitido a los republicanos poner una piedra en el camino a los demócratas, obligándoles a hacer regresar el texto a la Cámara.
Fuentes del legislativo esperan que los congresistas de la Cámara Baja aprueben sin problemas el texto modificado, con lo que seguiría su curso hacia la Casa Blanca, para la firma del presidente Barack Obama.
La intención era que el proceso quedara completado antes del receso de Semana Santa, que se inicia mañana viernes, aunque ahora no queda claro si lo lograrán.
Mientras tanto, el presidente Barack Obama tiene previsto iniciar hoy en Iowa una gira por el país para explicar las bondades del proyecto a la población, que se mantiene dividida al respecto.
Una encuesta de la empresa Gallup publicada ayer indicaba que un 49 por ciento de los estadounidenses la apoya, frente a un 40 por ciento que la rechaza, lo que supone un cambio de opinión notable, pues antes de la votación en el Congreso ganaban los que se oponían a ella.
-EFE-
La Cámara de Representantes aprobó el domingo, por 219 votos contra 212, la ley de reforma sanitaria, que Obama promulgó el martes en una jubilosa ceremonia en la sala Este de la Casa Blanca.
Pero la Cámara también aprobó el domingo un paquete de enmiendas a la ley, que fue fundamental para que un grupo importante de demócratas contrarios al aborto diera el sí en la votación de la ley.
Este paquete de enmiendas debía ser aprobado sin cambios en el Senado, lo que no ha ocurrido. Los republicanos, dispuestos a no dar la batalla por perdida en contra de la reforma del sistema sanitario, presentaron una batería de modificaciones con la intención de obstaculizar el proceso.
El miércoles, el Senado se embarcó en una larga sesión para debatir y rechazar, una por una, las propuestas republicanas. Sin embargo, ya en la madrugada del jueves, la oposición logró un triunfo al demostrar que dos de las provisiones del proyecto de ley violaban las reglas presupuestarias.
Las provisiones en sí no son importantes, se refieren a becas para estudiantes de bajos ingresos, pero han permitido a los republicanos poner una piedra en el camino a los demócratas, obligándoles a hacer regresar el texto a la Cámara.
Fuentes del legislativo esperan que los congresistas de la Cámara Baja aprueben sin problemas el texto modificado, con lo que seguiría su curso hacia la Casa Blanca, para la firma del presidente Barack Obama.
La intención era que el proceso quedara completado antes del receso de Semana Santa, que se inicia mañana viernes, aunque ahora no queda claro si lo lograrán.
Mientras tanto, el presidente Barack Obama tiene previsto iniciar hoy en Iowa una gira por el país para explicar las bondades del proyecto a la población, que se mantiene dividida al respecto.
Una encuesta de la empresa Gallup publicada ayer indicaba que un 49 por ciento de los estadounidenses la apoya, frente a un 40 por ciento que la rechaza, lo que supone un cambio de opinión notable, pues antes de la votación en el Congreso ganaban los que se oponían a ella.
-EFE-
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