El presidente de Argentina, Mauricio Macri, admitió "fallas en el sistema" judicial y de seguridad que posibilitaron los desmanes que terminaron por suspender la final de la Copa Libertadores entre River Plate y Boca Juniors el fin de semana.
El presidente de Argentina, Mauricio Macri, calificó como triste y frustrante los hechos violentos que se registraron en la previa del partido River-Boca en el estadio Monumental, donde se iba a jugar el partidos de vuelta de la final de la copa libertadores.
“Una vez más la violencia ha ganado un espacio pero no nos queda otra cosa que persistir en rechazar a los violentos y rechazar a las mafias que muchas veces están detrás de este tipo de violencia”, señaló.
En otro momento, el mandatario argentino culpó a las barras bravas por los actos violentos y criticó a la Justicia por dejar en libertad a las personas detenidas por la Policía. “Como puede ser que a la crítica de que la policía detuvo a 23 personas después de los desmanes del sábado en horas esas personas estén libres. No entiendo”, agregó.
Condenó actos violentos
Mauricio Macri también apuntó contra los dirigentes del River Plate y Boca Junior por no pronunciarse de manera conjunta para rechazar la violencia de las barras. “El fútbol es algo maravilloso pero no habilita que tengamos un comportamiento salvaje”, dijo. "Tenemos una parte de la dirigencia que apaña este tipo de cosas, apaña como una conducta razonable tirar piedras, agredir, violentar y esto no es aceptable bajo ningún concepto", agregó.
“Yo no puedo resignarme como presidente, que para organizar un espectáculo deportivo hay que militarizar toda la ciudad. Es una locura, no es lo razonable”, indicó Macri sobre la seguridad que se despliega durante los partidos de fútbol.
Por otra parte, aseguró que están "abordando todos los detalles" para garantizar la seguridad durante la cumbre del G20 y añadió que van "a hacer todo lo que esté al alcance para poder demostrarle al mundo" que Argentina "está en condiciones".
También se refirió a una agresión a escupitajos que recibió el presidente de la FIFA, Gianni Infantino, en el trayecto entre el estacionamiento y el ingreso al Monumental. "No es solamente las piedras, no entiendo como alguien puede pensar que está bien escupir", deploró.
Incidentes violentos previo al partido River-Boca
El partido de vuelta de la final de la Copa Libertadores, que se iba a celebrar el sábado en el estadio de River Plate, fue aplazado para el domingo por la Conmebol debido a los ataques que hinchas violentos propinaron a los jugadores de Boca Juniors cuando llegaban en el autobús y que dejó a varios futbolistas heridos.
Además, en los alrededores del estadio -en donde, al igual que en el partido de ida, en la Bombonera, solo entraba público local- se registraron numerosos incidentes entre simpatizantes y la policía desplegada en el lugar. El domingo se pospuso nuevamente el partido porque, según la Conmebol, no estaban dadas "las condiciones de igualdad".
Este martes los presidentes de River Plate y Boca Juniors se reunirán en Asunción con su homólogo de la Conmebol, Alejandro Domínguez, para definir cuándo y cómo se jugará el encuentro definitorio, tras el 2-2 de la ida.
(Con información de EFE y AFP)
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