Ladrones ingresaron a banco situado a 200 metros del Parlamento y robaron US$ 5 millones. Escribieron en una pared: ´Éste no será el robo del siglo, pero sí el del milenio´.
La Policía argentina investiga un espectacular asalto a un banco de Buenos Aires, bautizado como el "robo del milenio" por los propios ladrones, mientras en los tribunales se ventila el "robo del siglo", un hecho similar cuyos supuestos autores son juzgados desde febrero.
El robo ocurrió el pasado fin de semana, aunque la policía no pudo acceder a la entidad bancaria hasta el lunes y no ha conseguido todavía reunir todas las piezas sueltas de este atraco a una sucursal del argentino Banco Macro, situada apenas a 200 metros de la sede del Parlamento.
Fuentes de la investigación confirmaron hoy que decenas de personas están bajo sospecha, desde antiguos y actuales empleados, hasta trabajadores del área de seguridad, expertos en electrónica contratados recientemente e incluso un vigilante de un edificio vecino.
El asalto ocurrió en la noche del sábado pasado, cuando un grupo de encapuchados ingresó en una escuela de seguridad industrial que funciona en el piso inmediatamente superior al que utiliza el banco y redujo al vigilante y a su hijo, a quienes encerraron en un cuarto contiguo.
Los ladrones se dirigieron a la cocina de la escuela, hicieron un boquete en el piso y con una escalera bajaron hasta la sucursal bancaria, donde cavaron otro agujero que los condujo hasta la bóveda.
Allí saquearon el contenido de 99 cajas de seguridad y se alzaron con un botín que, según calcula la prensa, ronda los cinco millones de dólares.
Se estima, además, que los ladrones "trabajaron" toda la madrugada del domingo con total tranquilidad y se escaparon poco antes de que sonaran las alarmas.
Los investigadores han aclarado que el trabajo fue "absolutamente profesional y puntillosamente planificado", y están convencidos, lo mismo que la fiscal Viviana Fein, de que hubo un "facilitador" que entregó una clave secreta para que los delincuentes pudieran ingresar en la bóveda.
Esta hipótesis se fortaleció cuando se comprobó la precisión con la que los ladrones, que usaron pasamontañas, mascarillas y guantes, alteraron el sistema de alarmas y modificaron los sensores de movimientos que detectan vibraciones.
La Policía no sabe con certeza cuántos delincuentes integraron la banda, pero sí conoce su jactancia.
"Éste no será el robo del siglo, pero sí el del milenio", escribieron los ladrones en una de las paredes del banco.
El mensaje alude al "robo del siglo", como la prensa ha denominado a otro cinematográfico asalto a un banco de capital español ocurrido a las afueras de Buenos Aires en 2006.
EFE
El robo ocurrió el pasado fin de semana, aunque la policía no pudo acceder a la entidad bancaria hasta el lunes y no ha conseguido todavía reunir todas las piezas sueltas de este atraco a una sucursal del argentino Banco Macro, situada apenas a 200 metros de la sede del Parlamento.
Fuentes de la investigación confirmaron hoy que decenas de personas están bajo sospecha, desde antiguos y actuales empleados, hasta trabajadores del área de seguridad, expertos en electrónica contratados recientemente e incluso un vigilante de un edificio vecino.
El asalto ocurrió en la noche del sábado pasado, cuando un grupo de encapuchados ingresó en una escuela de seguridad industrial que funciona en el piso inmediatamente superior al que utiliza el banco y redujo al vigilante y a su hijo, a quienes encerraron en un cuarto contiguo.
Los ladrones se dirigieron a la cocina de la escuela, hicieron un boquete en el piso y con una escalera bajaron hasta la sucursal bancaria, donde cavaron otro agujero que los condujo hasta la bóveda.
Allí saquearon el contenido de 99 cajas de seguridad y se alzaron con un botín que, según calcula la prensa, ronda los cinco millones de dólares.
Se estima, además, que los ladrones "trabajaron" toda la madrugada del domingo con total tranquilidad y se escaparon poco antes de que sonaran las alarmas.
Los investigadores han aclarado que el trabajo fue "absolutamente profesional y puntillosamente planificado", y están convencidos, lo mismo que la fiscal Viviana Fein, de que hubo un "facilitador" que entregó una clave secreta para que los delincuentes pudieran ingresar en la bóveda.
Esta hipótesis se fortaleció cuando se comprobó la precisión con la que los ladrones, que usaron pasamontañas, mascarillas y guantes, alteraron el sistema de alarmas y modificaron los sensores de movimientos que detectan vibraciones.
La Policía no sabe con certeza cuántos delincuentes integraron la banda, pero sí conoce su jactancia.
"Éste no será el robo del siglo, pero sí el del milenio", escribieron los ladrones en una de las paredes del banco.
El mensaje alude al "robo del siglo", como la prensa ha denominado a otro cinematográfico asalto a un banco de capital español ocurrido a las afueras de Buenos Aires en 2006.
EFE
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