Cuando la paciente estaba sobre mesa de operaciones el anestesiólogo le planteó saber cuánto le iba a pagar por sus honorarios, indicó el Tribunal de Ética del Colegio Médico.
Un médico anestesista chileno fue sancionado por el Tribunal de Ética del Colegio Médico por intentar negociar una mejora de sus honorarios con una paciente que ya se encontraba sedada a medias sobre la mesa de operaciones, confirmaron hoy a Efe dirigentes de la entidad.
El incidente ocurrió en septiembre del año pasado en la clínica Biobío de la sureña ciudad chilena de Concepción, pero sólo se conoció públicamente este viernes, cuando el diario El Mercurio adelantó el castigo ético aplicado al galeno, identificado como Rogelio Parra Muñoz.
Parra Muñoz formaba parte del equipo que debía operar a Mireya Jerez Pastorini con el objetivo de corregirle un problema de incontinencia urinaria.
Cuando la paciente estaba sobre la mesa de operaciones, pre-anestesiada, según el dictamen, el anestesiólogo le planteó, "de forma intempestiva e inoportuna, su disconformidad con los honorarios que le correspondían".
Jerez le explicó que ella había comprado una programa cerrado de atención médica, pero Parra Muñoz "empezó a reclamar que no tenía nada que ver con esos programas y que quería saber cuánto le iba a pagar".
Una vez recuperada, Mireya Jerez presentó una reclamación formal en la clínica y ante el Consejo Regional del Colegio Médico, que investigó el caso y sancionó con una censura pro escrito al médico, que posteriormente fue ratificada en segunda instancia por el Tribunal nacional de Ética de la orden profesional.
El presidente del Consejo Regional, Juan Henríquez Guzmán, señaló hoy a Efe, en un correo electrónico, que "respeta y respalda" las decisiones adoptadas por el Tribunal de Ética, pero se excusó de emitir mayores comentarios porque se trata de un ente "independiente y autónomo" de la institución.
Matizó, en todo caso, que el Colegio Médico "ha estado siempre presente en el tema ético "y lo seguirá estando, en la ardua lucha en pro de recuperar la tuición ética de las asociaciones gremiales de Chile".
La facultad de los Colegios Profesionales de velar por la ética en el ejercicio de la profesión fue eliminada en la dictadura de Augusto Pinochet, así como la obligación de pertenecer a los mismos para ejercer, y hasta ahora no ha sido repuesta.
EFE
El incidente ocurrió en septiembre del año pasado en la clínica Biobío de la sureña ciudad chilena de Concepción, pero sólo se conoció públicamente este viernes, cuando el diario El Mercurio adelantó el castigo ético aplicado al galeno, identificado como Rogelio Parra Muñoz.
Parra Muñoz formaba parte del equipo que debía operar a Mireya Jerez Pastorini con el objetivo de corregirle un problema de incontinencia urinaria.
Cuando la paciente estaba sobre la mesa de operaciones, pre-anestesiada, según el dictamen, el anestesiólogo le planteó, "de forma intempestiva e inoportuna, su disconformidad con los honorarios que le correspondían".
Jerez le explicó que ella había comprado una programa cerrado de atención médica, pero Parra Muñoz "empezó a reclamar que no tenía nada que ver con esos programas y que quería saber cuánto le iba a pagar".
Una vez recuperada, Mireya Jerez presentó una reclamación formal en la clínica y ante el Consejo Regional del Colegio Médico, que investigó el caso y sancionó con una censura pro escrito al médico, que posteriormente fue ratificada en segunda instancia por el Tribunal nacional de Ética de la orden profesional.
El presidente del Consejo Regional, Juan Henríquez Guzmán, señaló hoy a Efe, en un correo electrónico, que "respeta y respalda" las decisiones adoptadas por el Tribunal de Ética, pero se excusó de emitir mayores comentarios porque se trata de un ente "independiente y autónomo" de la institución.
Matizó, en todo caso, que el Colegio Médico "ha estado siempre presente en el tema ético "y lo seguirá estando, en la ardua lucha en pro de recuperar la tuición ética de las asociaciones gremiales de Chile".
La facultad de los Colegios Profesionales de velar por la ética en el ejercicio de la profesión fue eliminada en la dictadura de Augusto Pinochet, así como la obligación de pertenecer a los mismos para ejercer, y hasta ahora no ha sido repuesta.
EFE
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