Mientra tanto el Gobierno brasileño se comprometió a extender ´sin límites´ la ayuda a la zona del noreste del país devastada por las lluvias.
Al menos 50 personas han perdido la vida y 56 permanecen desaparecidas como consecuencia de las fuertes lluvias e inundaciones que afectan desde hace casi una semana varios puntos del nordeste de Brasil, la zona más pobre del país, informó una fuente oficial.
Según el último balance facilitado por la Defensa Civil, el hallazgo de cuatro nuevos cadáveres en el estado de Alagoas, una de las zonas más castigadas por las riadas, situó en 33 la cifra de fallecidos.
De acuerdo con esta versión, los desaparecidos en ese estado, que inicialmente se habían cifrado en 607, se han reducido drásticamente hasta contabilizar 56.
La reducción se debe a la localización de numerosos vecinos que residen en comunidades rurales ubicadas en lugares de difícil acceso, además del paulatino regreso a sus lugares de origen de personas que se habían refugiado en lugares remotos para protegerse de las lluvias.
El Gobierno brasileño se comprometió a extender "sin límites" la ayuda a la zona del nordeste del país devastada por las lluvias.
El presidente Luiz Inácio Lula da Silva asumió el compromiso "político, humano y moral" de ayudar a las poblaciones de esta región, una de las más pobres de Brasil, en una rueda de prensa celebrada en Recife, capital de Pernambuco, tras visitar las zonas más afectadas.
El pasado mes de abril, más de 200 personas perdieron la vida también debido a graves inundaciones registradas en el estado de Río de Janeiro.
EFE
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