Uno de los casos es de un niño ecuatoriano que sigue en manos de la banda que liberó a su madre para que busque cuatro mil dólares de rescate.
El rescate de seis cubanos y la denuncia de que 17 emigrantes que iban a Estados Unidos están secuestrados en el norte de México son ejemplos del ensañamiento del crimen organizado con los emigrantes, que tuvo su peor muestra en la matanza la semana pasada de 72 de ellos.
A estos casos se suma el de un ecuatoriano de nueve años que, según su familia en Quito, sigue en manos de una banda que liberó a su madre para que busque 4.000 dólares de rescate.
Ambos habían sido secuestrados cerca de la ciudad mexicana de Villahermosa (sureste) tras atravesar Centroamérica.
Estos casos forman parte de la multiplicación de denuncias en los medios tras el impacto que provocó hace una semana la masacre de 72 emigrantes de Brasil, Ecuador, Guatemala, El Salvador y Honduras en el estado mexicano de Tamaulipas, fronterizo con Estados Unidos.
Pero ya desde 2008 varias ONG e incluso organismos oficiales mexicanos alertaron que organizaciones criminales estaban recurriendo en forma creciente al secuestro de migrantes y asesinando a quienes no pagan rescate.
"Creo que las autoridades tenían elementos de campo como para estar enterados", dijo a la AFP Rodolfo Casillas, investigador de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso), tras recordar que desde hacía dos años se habían multiplicado las denuncias.
Incluso un estudio de la estatal Comisión Nacional de Derechos Humanos de México estimó el año pasado que 10.000 fueron secuestrados entre septiembre de 2008 y febrero de 2009 por grupos criminales que se estima obtuvieron 25 millones de dólares en rescates.
El nombre de un grupo se repite particularmente en las denuncias: Los Zetas, ex militares de élite que se unieron como pistoleros al narcotráfico, que según el gobierno han convertido el secuestro de migrantes y el robo de combustibles en nuevas fuentes de financiación.
Pero Casillas cree que no todos los casos se pueden atribuir a Los Zetas. "Sería muy sorprendente", señala.
Este jueves la policía de la ciudad mexicana de Tijuana (noroeste), vecina de la estadounidense San Diego (California), seguía buscando a 17 personas, al parecer mexicanas, secuestradas cuando iban a cruzar la frontera.
La denuncia fue hecha a la Policía por una persona que aseguró estuvo diez días retenido por la banda de traficantes de personas.
El hombre de 38 años, junto a otra persona, fueron abandonados por sus captores el miércoles en un cerro vecino a Tijuana, según la policía.
Se desconoce si sus familias pagaron por su liberación. Otro secuestro de emigrantes fue revelado también el miércoles cuando la policía del famoso balneario de Cancún (este), liberó a seis cubanos tras una denuncia anónima.
Los cubanos dijeron que "tenían más de un mes secuestrados, que constantemente eran cambiados de domicilio, y aseguran que exigían entre 8.000 y 10.000 dólares por su libertad a sus familiares en Miami", señaló a la AFP Enrique Alberto Sanmiguel, director de Seguridad Pública del estado de Quintana Roo.
Cerca de 500.000 emigrantes, en su mayoría centroamericanos, tratan de cruzar México para llegar a Estados Unidos escondidos en vagones de carga del ferrocarril o en caletas de camiones.
Grupos como Los Zetas los interceptan, a veces con la complicidad de las policías locales, según numerosas denuncias coincidentes de ONG.
La ola de preocupación generada por la matanza en Tamaulipas llegó a la Organización de Estados Americanos (OEA), que este jueves dedicó su sesión al tema.
"Se requiere de acciones interestatales concertadas para hacer frente a esta nueva modalidad delincuencial", alertó el representante de Guatemala en la OEA, Jorge Skinner, en ese foro. AFP
A estos casos se suma el de un ecuatoriano de nueve años que, según su familia en Quito, sigue en manos de una banda que liberó a su madre para que busque 4.000 dólares de rescate.
Ambos habían sido secuestrados cerca de la ciudad mexicana de Villahermosa (sureste) tras atravesar Centroamérica.
Estos casos forman parte de la multiplicación de denuncias en los medios tras el impacto que provocó hace una semana la masacre de 72 emigrantes de Brasil, Ecuador, Guatemala, El Salvador y Honduras en el estado mexicano de Tamaulipas, fronterizo con Estados Unidos.
Pero ya desde 2008 varias ONG e incluso organismos oficiales mexicanos alertaron que organizaciones criminales estaban recurriendo en forma creciente al secuestro de migrantes y asesinando a quienes no pagan rescate.
"Creo que las autoridades tenían elementos de campo como para estar enterados", dijo a la AFP Rodolfo Casillas, investigador de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso), tras recordar que desde hacía dos años se habían multiplicado las denuncias.
Incluso un estudio de la estatal Comisión Nacional de Derechos Humanos de México estimó el año pasado que 10.000 fueron secuestrados entre septiembre de 2008 y febrero de 2009 por grupos criminales que se estima obtuvieron 25 millones de dólares en rescates.
El nombre de un grupo se repite particularmente en las denuncias: Los Zetas, ex militares de élite que se unieron como pistoleros al narcotráfico, que según el gobierno han convertido el secuestro de migrantes y el robo de combustibles en nuevas fuentes de financiación.
Pero Casillas cree que no todos los casos se pueden atribuir a Los Zetas. "Sería muy sorprendente", señala.
Este jueves la policía de la ciudad mexicana de Tijuana (noroeste), vecina de la estadounidense San Diego (California), seguía buscando a 17 personas, al parecer mexicanas, secuestradas cuando iban a cruzar la frontera.
La denuncia fue hecha a la Policía por una persona que aseguró estuvo diez días retenido por la banda de traficantes de personas.
El hombre de 38 años, junto a otra persona, fueron abandonados por sus captores el miércoles en un cerro vecino a Tijuana, según la policía.
Se desconoce si sus familias pagaron por su liberación. Otro secuestro de emigrantes fue revelado también el miércoles cuando la policía del famoso balneario de Cancún (este), liberó a seis cubanos tras una denuncia anónima.
Los cubanos dijeron que "tenían más de un mes secuestrados, que constantemente eran cambiados de domicilio, y aseguran que exigían entre 8.000 y 10.000 dólares por su libertad a sus familiares en Miami", señaló a la AFP Enrique Alberto Sanmiguel, director de Seguridad Pública del estado de Quintana Roo.
Cerca de 500.000 emigrantes, en su mayoría centroamericanos, tratan de cruzar México para llegar a Estados Unidos escondidos en vagones de carga del ferrocarril o en caletas de camiones.
Grupos como Los Zetas los interceptan, a veces con la complicidad de las policías locales, según numerosas denuncias coincidentes de ONG.
La ola de preocupación generada por la matanza en Tamaulipas llegó a la Organización de Estados Americanos (OEA), que este jueves dedicó su sesión al tema.
"Se requiere de acciones interestatales concertadas para hacer frente a esta nueva modalidad delincuencial", alertó el representante de Guatemala en la OEA, Jorge Skinner, en ese foro. AFP
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