Ariel Giaccone, exvolante de Ferro y Belgrando de Argentina, se sometió a un trasplante para ayudar a su joven hija Gabriela, afectada por un problema renal.
A los 36 años, Ariel Giaccone puede retirarse tranquilo del fútbol tras haber marcado el gol más importante de su vida. “Jugar en el equipo que estoy ahora, no se compara con nada del mundo. Ni siquiera con el Barcelona de Messi”, afirma al diario argentino Clarín. 15 días atrás se sometió a un trasplante para salvar la vida de su hija.
Gabriela, de 19 años, recibió de su padre un regalo único: un riñón. Si bien todavía Ariel no se puede mover con libertad por la enorme faja que le rodea la cintura, dice sentirse más feliz que nunca al ver a su hija sana.
Todo comenzó en abril cuando, a la adolescente le fue diagnosticada una “insuficiencia renal”. La acompañaba durante las 4 horas de diálisis diarias, inclusive escapando de los entrenamientos.
Luego de pasar los estudios de compatibilidad, Ariel se internó junto a su hija el 6 de diciembre pasado en una clínica cordobesa. Tras 6 horas de operación, salió del quirófano adolorido, pero alegre de que la intervención salió bien.
El exjugador de Belgrano ahora se dedicará a educar niños en una escuela de fútbol.
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