La armada chilena admitió que fue ´confusa´ la comunicación con la presidenta Michelle Bachelet y comparte la responsabilidad por el daño causado.
La polémica por la desestimación de un tsunami tras el terremoto de 8,8 grados que afectó el pasado sábado al territorio chileno continuó hoy con reproches cruzados entre la Marina y la estatal Oficina Nacional de Emergencia (Onemi).
Varias localidades del litoral del centro y sur de Chile, así como el archipiélago de Juan Fernández, a 600 kilómetros de la costa chilena, en el Pacífico, fueron arrasadas por olas gigantescas que ocasionaron numerosos muertos, desaparecidos y enormes daños materiales.
Mientras la Marina insiste en que la advertencia fue dada a tiempo, la Onemi acusa a esa institución de haber descartado un maremoto "en tres oportunidades", tras el sismo de 8,8 grados ocurrido a las 03.36 horas (06.36 GMT) del sábado.
El ministro de Defensa, Francisco Vidal, admitió el domingo que el organismo de la Marina encargado del asunto había cometido un error al descartar la posibilidad de un maremoto y comentó de forma cáustica: "Lo que tuvimos fue un tsunami, aquí y en Burundi".
A las 04.07 horas del sábado (07.07 GMT) "colocamos el protocolo que exige la coordinación que tenemos que hacer con la Onemi para la alerta de tsunami", aseguró anoche en una entrevista con Televisión Nacional (TVN) el comandante en jefe de la Armada, Edmundo González.
Antes, a las 03.55 (06.55 GMT), "indicamos la misma información, que había alerta de tsunami, a la Onemi", añadió.
Sin embargo, admitió que fueron "confusos" al informar a la presidenta chilena, Michelle Bachelet, y señaló que la Marina comparte la responsabilidad de algunas muertes causadas por el movimiento telúrico.
"Fuimos poco claros en la información que le entregamos (a la mandataria), cuando ella llamó a las 05.15 horas (08.15 GMT) para preguntar si se mantenía o no la alerta", dijo González, quien admitió que ello provocó que la Onemi no alertara a la población del tsunami.
En ese contexto, reconoció que existe la responsabilidad compartida en "algunas" muertes.
"Compartimos esa responsabilidad. Lo digo con toda honestidad, lo lamentamos mucho, pero la situación fue así. La presidenta hizo lo correcto; le preguntó al organismo técnico y nosotros fuimos poco claros", insistió.
El diario El Mercurio señala hoy que la respuesta que el Servicio Hidrográfico y Oceanográfico de la Armada (SHOA) dio a Bachelet decía textualmente: "El epicentro está en tierra, luego no debiera haber tsunami".
El rotativo dice haber tenido acceso a un informe reservado que el almirante González le envió al jefe del Estado Mayor Conjunto de la Defensa, general Cristián Le Dantec.
Carmen Fernández, la directora de la Onemi, criticó hoy la "ambigüedad" de los comunicados de la Marina.
"La realidad es que hubo una información de tal nivel de imprecisión y ambigüedad que a nadie le permite tomar una decisión", aseveró a los periodistas.
"La primera información llegó a las 04.07 horas (07.07 GMT), con distorsiones de coordenadas", afirmó Fernández, en cuya opinión, en esas condiciones, "no existía ninguna posibilidad de hacer nada (ante la inminencia del tsunami) porque no había ningún sistema para alertar a las personas".
Tras advertir que se ha "dedicado a trabajar, no a polemizar", anunció que va a detallar toda la información intercambiada ese día, para terminar la polémica y dijo que espera reunirse personalmente con el almirante González.
La primera información sobre el terremoto del sábado, procedente del sistema automático de alerta del Servicio de Geología de EE.UU., efectivamente situaba el epicentro en tierra firme, a unos 90 kilómetros al este de la ciudad de Talca, aunque también dio alerta de tsunami.
Más tarde, el Instituto Sismológico de la Universidad de Chile situó el epicentro bajo el mar, a 63 kilómetros al suroeste de Cauquenes, en el límite entre las regiones del Maule y Biobío.
EFE
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