El titular de Globovisión, Guillermo Zuloaga, fue detenido por responsabilizar a Hugo Chávez de la muerte de venezolanos en el golpe de estado del 2002.
El presidente de la televisora privada Globovisión, Guillermo Zuloaga, fue detenido este jueves por supuestamente difundir información falsa y ofender al mandatario Hugo Chávez, en una decisión judicial recibida con consternación por los detractores del gobierno.
Zuloaga "fue denunciado por la supuesta comisión de los delitos de divulgación de información falsa y de ofensa o vilipendio al presidente de la República", explicó la fiscal general Luisa Ortega.
"El ministerio Público estaba investigando este caso cuando tuvo conocimiento de que el empresario pretendía evadirse de la justicia y por eso procedió a emitir la orden de captura", agregó.
La decisión judicial se basa en unas declaraciones hechas por el presidente de Globovisión el pasado fin de semana en la isla de Aruba (Antillas Holandesas), en las que acusó a Chávez de ser responsable de la muerte de venezolanos durante el golpe de Estado fallido que lo sacó dos días del poder en 2002.
Zuloaga fue notificado de la orden de detención cuando se disponía a salir del país rumbo a Bonaire (Antillas Holandesas), desde el aeropuerto de Punto Fijo (noreste), en un viaje familiar.
"Es un atropello más", dijo Zuloaga por teléfono a Globovisión. "No tengo intenciones de irme de Venezuela ni ahora ni más adelante", agregó.
Los delitos por los que se señala al empresario conllevan penas de entre 3 meses y 5 años de cárcel.
Las reacciones a su detención no se hicieron esperar.
"El gobierno está mandando un mensaje y es que no podemos opinar, que nos autocensuremos", declaró en un comunicado el partido opositor Un Nuevo Tiempo (UNT).
Por su parte, el editor del diario El Nacional, Miguel Henrique Otero, denunció que en el país "el delito de opinión se está convirtiendo en una manera de llevar a la gente que se opone al régimen a la cárcel".
Otero hacía referencia a que esta misma semana fue detenido el dirigente opositor Oswaldo Álvarez Paz, acusado de conspiración y difusión de información falsa por unas declaraciones realizadas en televisión.
Tanto en el caso de Álvarez Paz como en el de Zuloaga, la Asamblea Nacional (Parlamento), dominada por el oficialismo, solicitó a la justicia que investigara las declaraciones de ambos.
Zuloaga "hizo una serie de afirmaciones sobre el presidente Chávez, señalando que había sido responsable de "echarle plomo a los venezolanos"", explicó Ortega.
"La Asamblea estableció que esto era una falta de respeto contra la más alta autoridad venezolana y pidió una investigación", agregó.
El diputado oficialista Manuel Villalba se mostró complacido por la decisión de la justicia y explicó que "no se puede permitir que personas valiéndose de su condición económica (..) vilipendien, ofendan o instigan a delinquir y a crear zozobra".
En 2009, el presidente de Globovisión fue imputado por el delito de "usura continuada" debido a un supuesto almacenamiento irregular de 24 vehículos nuevos, pertenecientes a dos concesionarios de su propiedad.
Aunque inicialmente se le prohibió salir del país, esta medida había sido levantada. Globovisión, al que Chávez ha llamado "terrorista mediático", tiene abiertas numerosas causas administrativas en su contra y ha sido amenazado repetidas veces con el cierre por parte de funcionarios del gobierno.
La televisora sostiene que las acusaciones tienen un cariz político.
AFP
Zuloaga "fue denunciado por la supuesta comisión de los delitos de divulgación de información falsa y de ofensa o vilipendio al presidente de la República", explicó la fiscal general Luisa Ortega.
"El ministerio Público estaba investigando este caso cuando tuvo conocimiento de que el empresario pretendía evadirse de la justicia y por eso procedió a emitir la orden de captura", agregó.
La decisión judicial se basa en unas declaraciones hechas por el presidente de Globovisión el pasado fin de semana en la isla de Aruba (Antillas Holandesas), en las que acusó a Chávez de ser responsable de la muerte de venezolanos durante el golpe de Estado fallido que lo sacó dos días del poder en 2002.
Zuloaga fue notificado de la orden de detención cuando se disponía a salir del país rumbo a Bonaire (Antillas Holandesas), desde el aeropuerto de Punto Fijo (noreste), en un viaje familiar.
"Es un atropello más", dijo Zuloaga por teléfono a Globovisión. "No tengo intenciones de irme de Venezuela ni ahora ni más adelante", agregó.
Los delitos por los que se señala al empresario conllevan penas de entre 3 meses y 5 años de cárcel.
Las reacciones a su detención no se hicieron esperar.
"El gobierno está mandando un mensaje y es que no podemos opinar, que nos autocensuremos", declaró en un comunicado el partido opositor Un Nuevo Tiempo (UNT).
Por su parte, el editor del diario El Nacional, Miguel Henrique Otero, denunció que en el país "el delito de opinión se está convirtiendo en una manera de llevar a la gente que se opone al régimen a la cárcel".
Otero hacía referencia a que esta misma semana fue detenido el dirigente opositor Oswaldo Álvarez Paz, acusado de conspiración y difusión de información falsa por unas declaraciones realizadas en televisión.
Tanto en el caso de Álvarez Paz como en el de Zuloaga, la Asamblea Nacional (Parlamento), dominada por el oficialismo, solicitó a la justicia que investigara las declaraciones de ambos.
Zuloaga "hizo una serie de afirmaciones sobre el presidente Chávez, señalando que había sido responsable de "echarle plomo a los venezolanos"", explicó Ortega.
"La Asamblea estableció que esto era una falta de respeto contra la más alta autoridad venezolana y pidió una investigación", agregó.
El diputado oficialista Manuel Villalba se mostró complacido por la decisión de la justicia y explicó que "no se puede permitir que personas valiéndose de su condición económica (..) vilipendien, ofendan o instigan a delinquir y a crear zozobra".
En 2009, el presidente de Globovisión fue imputado por el delito de "usura continuada" debido a un supuesto almacenamiento irregular de 24 vehículos nuevos, pertenecientes a dos concesionarios de su propiedad.
Aunque inicialmente se le prohibió salir del país, esta medida había sido levantada. Globovisión, al que Chávez ha llamado "terrorista mediático", tiene abiertas numerosas causas administrativas en su contra y ha sido amenazado repetidas veces con el cierre por parte de funcionarios del gobierno.
La televisora sostiene que las acusaciones tienen un cariz político.
AFP
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