El príncipe heredero saudí Mohamed bin Salmán, hasta hace poco elogiado por sus reformas, se enfrenta ahora en cada viaje a las consecuencias del asesinato del periodista Jamal Khashoggi.
El príncipe heredero saudí, Mohamed bin Salmán, llegó este miércoles a Buenos Aires para participar de la cumbre del G20, que entre viernes y sábado próximos congregará a los jefes de Estado o de Gobierno de las 20 mayores economías desarrolladas y en desarrollo.
El hombre fuerte de Arabia Saudí arribó con su comitiva en torno a las 07:30 hora local (10.30 GMT) al Aeropuerto Internacional Ministro Pistarini de la localidad bonaerense de Ezeiza y fue recibido por el ministro argentino de Relaciones Exteriores, Jorge Faurie.
La visita se enmarca dentro de su primera gira al extranjero desde que se desató la crisis por el asesinato del periodista Jamal Khashoggi en el consulado saudí en Estambul, el pasado 2 de octubre, un caso con el que le relacionan países como Turquía y la inteligencia estadounidense.
Fue el pasado 19 de noviembre cuando el ministro de Energía saudí, Jaled al Faleh, anunció que el príncipe heredero asistiría a la cumbre de jefes de Gobierno y de Estado de Buenos Aires, donde se va a reunir con los presidentes de Estados Unidos, Donald Trump; de Francia, Emmanuel Macron y de Rusia, Vladímir Putin.
También se encontrará con la primera ministra británica, Theresa May, y la canciller alemana, Angela Merkel, y los máximos representantes de organismos como el Fondo Monetario Internacional (FMI), la Organización Mundial del Comercio (OMC) y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
Piden a Argentina investigar al príncipe saudí
La llegada del príncipe a Argentina no ha estado exenta de polémica. La organización internacional Human Rights Watch (HRW) presentó esta semana ante la Justicia del país austral una denuncia contra el Bin Salmán por presuntas violaciones del derecho internacional cometidas durante el conflicto armado en Yemen.
También por su posible complicidad en graves denuncias de tortura y otros malos tratos de ciudadanos saudíes, incluyendo el asesinato de Jamal Khashoggi.
HRW realizó su petición al asegurar que Argentina reconoce la jurisdicción universal por crímenes de guerra y torturas, lo que implica que está facultada a investigar y juzgar estos delitos, con independencia de dónde se cometan. Sin embargo, por el momento las autoridades argentinas no han dado muestras de que prospere.
(Con información de EFE)
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