La versión de funcionarios estadounidenses desmiente las afirmaciones del gobierno saudí de que el príncipe Mohammed bin Salam no participó en el asesinato.
La CIA concluyó que el príncipe heredero de Arabia Saudita, Mohammed bin Salman, ordenó el asesinato del periodista Jamal Khashoggi en Estambul el mes pasado, según fuentes del diario estadounidense The Washington Post.
La evaluación de la CIA es la más definitiva hasta la fecha que vincula a Mohammed con la operación y complica los esfuerzos de la administración de Donald Trump para preservar su relación con el país aliado.
Como se recuerda, un equipo de 15 agentes saudíes voló a Estambul en un avión del gobierno en octubre y mató a Khashoggi en el interior del consulado de Arabia Saudita, donde había ido a recoger los documentos que necesitaba para su matrimonio planeado con una mujer turca.
Elementos de la CIA
Para llegar a sus conclusiones, la CIA examinó múltiples fuentes de inteligencia, incluida una llamada telefónica que el hermano del príncipe, Khalid bin Salman, tuvo con Khashoggi. En esta conversación, Khalid le dijo a Khashoggi que debía ir al consulado saudí en Estambul para recuperar los documentos y le aseguró que sería seguro hacerlo.
La conclusión de la CIA sobre el papel de Mohammed también se basó en la evaluación del desempeño del príncipe como el gobernante de facto del país, quien supervisa incluso los asuntos menores en el reino. "La posición aceptada es que no hay forma de que esto suceda sin que él lo sepa o esté involucrado", dijo al diario estadounidense un funcionario de Estados Unidos familiarizado con las conclusiones de la CIA.
Siempre de acuerdo con el Washington, los analistas de la CIA creen que Mohammed tiene un firme control del poder y no está en peligro de perder su estatus de heredero del trono a pesar del escándalo de Khashoggi. "El acuerdo general es que es probable que sobreviva", dijo el funcionario, y agregó que su papel como futuro rey saudí se "da por sentado".
El caso
Durante las últimas semanas, los saudíes han ofrecido múltiples explicaciones contradictorias de lo que sucedió en el consulado. En vísperas, la Fiscalía saudí anunció que ha solicitado la pena de muerte para cinco de los once acusados por el asesinato del periodista; sin embargo, exculpó al príncipe de toda responsabilidad.
El fiscal general confirmó que el cuerpo de Jamal Khashoggi fue troceado después de su asesinato, ocurrido en el consulado saudí en Estambul.
Los acusados confesaron que entregaron las partes del cadáver a un "colaborador turco", que se deshizo de ellas fuera del consulado.
El asesinato de Khashoggi, crítico prominente de las políticas de Mohammed, provocó una crisis de política exterior para Estados Unidos y planteó dudas sobre la confianza del gobierno en Arabia Saudita como un aliado clave en Medio Oriente.
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