Según datos de la propia Policía, cientos de personas mueren cada año en Sudáfrica a manos de agentes de la policía.
La justicia condenó hoy a 15 años de prisión a cada uno de los ocho policías sudafricanos que en 2013 arrastraron atado a una furgoneta y torturaron hasta la muerte a un inmigrante mozambiqueño, lo que provocó una gran alarma social en el país. El Tribunal Superior de Pretoria señala que los agentes -que tienen entre 25 y 56 años- actuaron "con un propósito común" al agredir repetidamente a Mido Macia en la celda donde murió, una conducta que califica de "bárbara" e "inaceptable". La víctima, de 27 años, era conductor de un minibús público y fue detenido en un incidente de tráfico en Johannesburgo.
Los acusados -expulsados del cuerpo policial- negaron los hechos y se declararon inocentes, a pesar de que fueron grabados durante la agresión, en febrero de 2013. La opinión pública sudafricana supo de la muerte de Macia por un vídeo filmado con un teléfono móvil en el que se veía a los agentes atando las manos del mozambiqueño a su furgoneta.
Según datos de la propia policía, cientos de personas mueren cada año en Sudáfrica a manos de agentes de la policía, frecuentemente acusada de comportamientos xenófobos contra ciudadanos de otros países de África.
En el último incidente conocido de brutalidad policial, ocurrido en octubre pasado en Johannesburgo y revelado también por los periódicos, un agente mató de un disparo a un ladrón que yacía herido y desarmado en el suelo tras haber disparado a los policías. El agente que disparó y sus tres compañeros de patrulla fueron detenidos el 2 de noviembre y serán juzgados
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