Malak al-Khasef fue detenida por el régimen del presidente de Egipto, Abdelfatah al-Sisi. Estuvo en confinamiento solitario durante todo este tiempo, en contra de las leyes locales e internacionales que prohíben esta condición pro más de 15 días, advirtieron organizaciones.
La joven trans Malak al-Khasef, detenida en marzo tras llamar a protestar contra el presidente egipcio, Abdelfatah al Sisi, ha sido puesta en libertad después de pasar cuatro meses en confinamiento solitario en una prisión para hombres. La ONG Iniciativa Egipcia para Derechos Personales (EIPR) anunció el martes que "la puesta en libertad de Malak al-Kashef se llevó a cabo en la comisaría de Al Haram, después de que la Fiscalía de Seguridad del Estado ordenara la mañana de ayer, 15 de julio, su puesta en libertad".
La puesta en libertad de Al Kashef es provisional, mientras continúan las investigaciones sobre el caso, agregó. Tras su detención a principios del pasado marzo, la joven transexual fue trasladada a una cárcel masculina en Egipto porque sus papeles todavía la catalogan como hombre y, ante la disyuntiva sobre su identidad de género, fue asignada a una celda de aislamiento, según había informado anteriormente la ONG.
"Trato humillante"
EIPR ya había advertido semanas después del arresto de que las leyes internacionales y egipcias sobre el tratamiento de los presos prohíben la reclusión en celdas de aislamiento durante más de 15 días, al tiempo que las mujeres deben ser supervisadas exclusivamente por personal penitenciario femenino. La oenegé también denunció que el Ministerio de Interior sometió a la joven a un examen anal obligatorio en un hospital público, una forma de "trato humillante" y prohibida por un comité de la ONU contra la tortura, de acuerdo con la organización.
Por su parte, Amnistía Internacional (AI) vinculó la detención de Al Kashef con un llamamiento a protestar por la muerte de 22 personas en un accidente en la principal estación de trenes de El Cairo, donde una locomotora entró fuera de control, chocó con el final de la vía y estalló, provocando un gran incendio.
Activistas y usuarios de redes sociales responsabilizaron del siniestro al Gobierno de Al Sisi por la falta de inversión y mantenimiento de la infraestructura pública. AI también mostró su preocupación entonces por las posibles torturas y abusos que podría sufrir a manos de las fuerzas de seguridad debido a su transexualidad. EFE
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