El sur de Libia es escenario de combates diarios desde que el pasado 4 de abril tropas lideradas por el mariscal Jalifa Hafter, tutor del gobierno establecido en la ciudad oriental de Tobruk, impusiera un cerco para expulsar al Ejecutivo sostenido por la ONU desde 2016 en Trípoli.
Al menos 41 personas murieron y más de una treintena resultaron heridos en los combates más violentos que se han librado en el sur de Trípoli (Libia) desde que hace un mes y medio el mariscal Jalifa Hafter, el hombre fuerte del país, lanzara una ofensiva para conquistar la capital.
Los enfrentamientos estallaron anoche en torno al eje principal de acceso al antiguo aeropuerto internacional, el enclave estratégico que tanto las fuerzas de Hafter (LNA) como las milicias afines al gobierno reconocido por la ONU en la capital (GNA) quieren conquistar.
Estas últimas lograron avanzar hacia el sur y arrebatar varias posiciones al enemigo en la localidad de Kasr Ben Gashir, pero no pudieron frenar la entrada de las tropas de Hafter en la zona de Al Nakliya.
"Los choques se concentraron en el eje de Al Ramla", explicó a Efe una fuente de seguridad.
Mohamad Guenono, portavoz de las fuerzas afines al gobierno respaldado por la ONU, reveló, por su parte, que su aviación lanzó seis bombardeos en los alrededores del aeropuerto y que unidades de infantería atraparon un carro de combate y neutralizaron varios vehículos blindados.
Combates diarios
Los combates coincidieron hoy con el vigésimo día del Ramadán, una jornada simbólica ya que el 20 del mes del ayuno sagrado de 2011 cayó Trípoli y huyó el dictador Muamar al Gadafi, meses después apaleado hasta la muerte en su ciudad natal de Sirte.gadafi
El sur de la capital es escenario de combates diarios desde que el pasado 4 de abril tropas lideradas por el mariscal Hafter, tutor del gobierno establecido en la ciudad oriental de Tobruk, impusiera un cerco para expulsar al Ejecutivo sostenido por la ONU desde 2016 en la capital.
Desde entonces, los enfrentamientos han causado más de 500 muertos, más de 3.000 heridos y obligado a más de 30.000 personas a convertirse en desplazados internos, según datos de la Organización Mundial de la Salud.
Los combates han afectado asimismo a los miles de migrantes irregulares que están confinados en centros de detención de Trípoli, a los que se intenta trasladar a lugares más seguros en el norte de la ciudad.
Libia, un estado fallido
La batalla por el control de la capital, que de ganar Hafter le concedería prácticamente el control absoluto del país, ha puesto de relieve la compleja red de injerencias extranjeras que padece Libia desde la revolución que en 2011 acabó con la dictadura de Al Gadafi.
Desde entonces, Libia es un Estado fallido, víctima del caos y de la guerra civil, con dos gobiernos enfrentados en la actualidad: uno fruto del fallido plan de paz propuesto por la ONU en 2015 y que a duras apenas controla Trípoli y algunas poblaciones en el oeste.
Y otro liderado por el mariscal Hafter, quien tutela el Parlamento de Tobruk, domina todos los recursos petroleros y controla prácticamente el 70 % restante del territorio nacional.
Del conflicto político se benefician redes mafiosas dedicadas al contrabando de armas, combustible y personas -que se han convertido en el verdadero motor de la economía nacional- y diversos grupos yihadistas.
(Con información de EFE)
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