El crimen data de abril de 2016 con la misteriosa desaparición de un niño de 11 años que salió de casa para pescar, pero nunca regresó. Esta es la historia.
La mañana del 31 de mayo de 2016, Mario Augusto Salto, (11 años) llamado con cariño por su familia como 'Marito' salió de casa para pescar en una represa cerca del pueblito Quimilí en la provincia de Santiago de Estero, al norte de Argentina. Sus padres estuvieron esperándolo todo el día, pero nunca regresó.
Después de dos días de haber reportado su desaparición a la Policía, recibieron una trágica noticia que los sumió en el dolor absoluto: el cuerpo fue hallado mutilado y rodeado de bolsas de basura en un sitio descampado. Una pérdida prematura e irreparable que estremeció a toda una nación.
Las pericias de los forenses determinaron que el pequeño fue abusado sexualmente y luego desmembrado con un cuchillo de carnicero. Dos años después la justicia santiaguina se ha encargado de buscar al asesino y ha descubierto que en realidad fueron dos los criminales.
"Se determinó que había dos ADN distintos. En ese material se ha estudiado el cromosoma y nos han informado que eran de la misma familia. Podían ser hermanos o parientes por línea paterna", explicó la jueza Rosa Falco al canal Todo Noticias.
El pueblito de más de 27 mil habitantes tiene hoy 3,000 sospechosos. Las autoridades ordenaron la realización de 3,000 pruebas de ADN, especialmente dirigidas a hombres mayores de edad. La jueza Rosa Falcó ha pedido a la familia calma, “que se trata de un proceso que se hace paulatinamente”.
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