El presidente de Filipinas endureció su normativa contra el tabaco y pidió ayuda a sus ciudadanos para que ayuden a fiscalizar a quienes la incumplan.
El presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte firmó una orden ejecutiva para disminuir drásticamente el consumo de tabaco. La norma contempla la prohibición de fumar en espacios públicos cerrados con penas que van desde multas económicas hasta la cárcel.
De acuerdo a información de The New York Times, la orden ejecutiva además de prohibir fumar en lugares públicos, impide la venta de tabaco a menos de 100 metros de colegios, centros de juego o cualquier lugar donde haya niños. Además la medida, dispone que las municipalidades deben designar áreas para fumadores que están alejadas de ascensores, escaleras, estaciones de gas, centros de salud y cualquier lugar donde se prepare comida.
La medida también sostiene que los ciudadanos pueden unirse a un equipo de fiscalización especial que verifique el cumplimiento de esta normativa. Así, los civiles que se unan podrán imponer sanciones basándose en su propia interpretación de la nueva ley, algo similar a lo que hizo Duterte cuando fue alcalde de la ciudad de Davao en la década de 1980.
Lucha contra el tabaco. Filipinas es el segundo país con mayor tasa de consumo en el sureste asiático, solo superados por Indonesia, según un censo del Departamento de Salud filipino. El país ha luchado por disminuir el consumo y en 2014 el predecesor de Duterte, Benigno S.Aquino III, firmó una ley que exigía a las tabacaleras colocar advertencias de salud en las cajetillas de cigarros.
De acuerdo al reporte de la Epidemia Global del Tabaco de la Organización Mundial de la Salud, el 11.8% de los filipinos de 13 a 15 años han consumido tabaco. Esto se debe a que las pequeñas bodegas en las calles filipinas venden cigarrillos por unidad sin tener en cuenta la edad del comprador.
Además el reporte consigna que si bien el incremento de impuestos a las tabacaleras es una buena medida para desalentar el consumo debido al incremento de precios, los gobiernos no siempre aplican bien los impuestos, prueba de esto es que en Filipinas una cajetilla de 20 cigarrillos cuesta aproximadamente 27 pesos (S/1.70).
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