Tras la decisión judicial, Nagaenthran Dharmalingam, un reo de origen malasio, podría ser ejecutado en cualquier momento mediante el ahorcamiento, el método de ajusticiamiento que emplea Singapur.
Un tribunal de Singapur rechazó este martes la última apelación para frenar la ejecución de un preso malasio acusado de tráfico de drogas, a quien sus abogados pedían exonerar por padecer una discapacidad intelectual.
El reo, Nagaenthran Dharmalingam, cuenta ahora con una última posibilidad de lograr un perdón presidencial si así lo acuerda el Gobierno.
Tras la decisión judicial de hoy, Nagaenthran “podría ser ejecutado en cualquier momento” mediante el ahorcamiento, el método de ajusticiamiento que emplea Singapur, según afirma en Twitter el activista singapurense contra la pena de muerte Jolovan Wham.
Nagaenthran Dharmalingam fue arrestado en abril de 2009 y acusado de tráfico de droga al tratar de cruzar la frontera desde Malasia con unos 42,7 gramos de heroína, cuando la ley de narcotráfico de Singapur, una de las más draconianas del planeta, establece la pena de muerte a partir de los 15 gramos de contrabando.
Los abogados de Nagaenthran habían presentado en su apelación a la condena evaluaciones médicas que confirmaban la deficiencia intelectual del acusado, lo que atrajo la atención internacional sobre su caso, criticado por la ONU y la Unión Europea.
La corte de apelaciones de Singapur tachó este martes las solicitudes presentadas por los abogados de "insolencia y abuso atroz”, pues la ley es “inequívoca” en cuanto a la aplicación de la pena de muerte, salvo circunstancias muy específicas, publica en Twitter Kirsten Han, coordinadora de la ONG Transformative Justice Collective, que lucha por eliminar el castigo capital en la isla.
El tribunal exhortó a los abogados a “buscar un cambio legislativo” como única vía para evitar la pena de muerte, añade Han.
Más casos
Nagaenthran Dharmalingam no es el único reo que podría ir de forma inminente al patíbulo tras dos años sin ejecuciones en Singapur, donde oenegés como la de Han alertan de que el aforo en el corredor de la muerte está casi completo y eso podría acelerar los ahorcamientos.
Este miércoles está programada la ejecución, de proceder, la primera en dos años, del reo Abdul Kahar bin Othman, de 68 años, también condenado por tráfico de drogas.
Según Han, hay más de medio centenar de hombres en el corredor de la muerte, si bien desconoce la situación en la prisión de mujeres, la cifra más elevada de la que se tiene registro. (EFE)
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