Bajo esta norma, quienes sufrieron abusos en Chile siendo menores de 18 años podrán denunciar a sus victimarios en cualquier momento, sin importar los años que hayan transcurrido del delito o la edad que tenga la víctima.
El Congreso de Chile aprobó este miércoles una ley que declara imprescriptibles los delitos sexuales en contra de menores de edad, norma que tomó fuerza en medio del escándalo por los abusos a niños de sacerdotes y religiosos.
Con 137 votos a favor y dos abstenciones "la Cámara aprueba y envía a ley el proyecto que declara imprescriptibles los delitos sexuales contra menores", indicó la Cámara de Diputados en su cuenta oficial de Twitter.
Bajo esta norma, que ya había sido aprobada en el Senado, quienes sufrieron abusos siendo menores de 18 años podrán denunciar a sus victimarios en cualquier momento, sin importar los años que hayan transcurrido del delito o la edad que tenga la víctima.
En Chile, este tipo de delito prescribía entre los 10 años y 15 años después de haber sido cometido y las víctimas sólo podían denunciarlo cuando cumplían la mayoría de edad.
"Esta nueva ley marcará un antes y un después en nuestro derecho penal. Ahora cada vez que alguien quiera abusar de un niño o niña, tendrá que pensarlo dos veces, ya que podrá ser perseguido penalmente durante toda su vida, sin importar cuanto tiempo pase", dijo el ministro de Justicia, Hernán Larraín, a la prensa.
La norma declara imprescriptibles los delitos de violación; estupro; abuso sexual; exposición a actos de significancia sexual; producción de material pornográfico y favorecimiento de la prostitución de menores de 18 años. El Congreso determinó que la regulación no sea retroactiva.
Escándalos
Este proyecto de ley, que se encontraba en el Congreso chileno desde el año 2010, se aprueba tras el escándalo que estalló en el país por los casos de abusos sexuales de niños por parte de decenas de sacerdotes y religiosos de la Iglesia católica.
El escándalo cobró fuerza tras revelarse en 2010 los abusos a menores que había cometido el sacerdote Fernando Karadima, un influyente cura formador de obispos de una parroquia ubicada en un acomodado barrio de Santiago, durante la década de los ochenta. En 2011 Karadima fue suspendido por el Vaticano y condenado a una vida de penitencia y oración. El año pasado fue expulsado definitivamente del sacerdocio.
La justicia chilena declaró en 2011 prescrita la causa penal en su contra, pero la iglesia fue condenada en marzo pasado a pagar 450.000 dólares de indemnización a tres víctimas de abusos sexuales perpetrados por Karadima, cuyo caso se transformó en el más emblemático de la cultura de abusos del clero denunciada por el papa Francisco.
La justicia chilena investiga 158 casos de abusos sexuales que involucran a 219 miembros de la Iglesia y que dejaron presuntamente 241 víctimas, de las cuales 123 eran menores de edad en el momento de los hechos.
AFP
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