Se trata de la quinta marcha silenciosa que la comunidad jurídica realiza en Hong Kong desde que la administración de esta región pasó a manos de China.
Cientos de abogados marcharon este jueves en silencio y vestidos de luto por las calles de Hong Kong para protestar contra un polémico proyecto de ley iniciado por el Gobierno local chino.
Se trata de un proyecto legislativo de extradición, que está siendo tramitado y que permitiría a China extraditar "fugitivos" desde la excolonia británica.
Para el Colegio de Abogados de Hong Kong, que presentó un informe al Consejo Legislativo antes de dar inicio a la marcha, las autoridades deben llevar a cabo "amplias consultas" antes de sacarlo adelante.
En el documento, los letrados consideran que, "dado que las enmiendas legislativas tienen implicaciones importantes y de gran alcance, debería realizarse una revisión exhaustiva del régimen de extradición de Hong Kong y una amplia consulta con las partes interesadas y la comunidad".
La nueva ley, propuesta en febrero y cuya votación final podría efectuarse antes del fin de julio, permitiría al jefe del Ejecutivo y a los tribunales de Hong Kong tramitar las solicitudes de extradición de jurisdicciones sin acuerdos previos -en particular, China y Taiwán- sin supervisión legislativa.
El plan también se ha topado con la oposición de periodistas, políticos extranjeros y empresas, que han expresado su preocupación por el riesgo de que residentes en Hong Kong -que pertenece a China pero cuenta con autonomía en campos como las leyes o la moneda- acusados de delitos sean trasladados a la parte continental de China.
Según los convocantes de la manifestación, esto expondría a los extraditados a riesgos de sufrir torturas, intimidaciones, malos tratos y juicios injustos.
"No hay nada que los tribunales puedan hacer para asegurar que los defendidos reciban un juicio justo y un proceso adecuado tras ser extraditados a esa jurisdicción", declaró en rueda de prensa el abogado Dennis Kwok, organizador de la marcha.
Kwow acusó al Gobierno de la ciudad, dirigido por Carrie Lam, de ser "profundamente vergonzoso y deshonesto" al asegurar a la población que con la ley serán los tribunales quienes tengan la última palabra en la extradición de un hongkonés a China, Taiwán o Macao.
La normativa también ha sido calificada como contraria al principio de "un país, dos sistemas", que ha sostenido el sistema judicial de Hong Kong desde que los británicos entregaron su jurisdicción a China en 1997.
Con información de EFE
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