"Usted no es un político decente" le dijo Pedro Sánchez a Rajoy, y este reaccionó llamándolo "ruin, mezquino, miserable y deleznable".
La corrupción centró un aspero debate electoral entre el presidente del Gobierno español y candidato a la reelección, el conservador Mariano Rajoy, y el socialista Pedro Sánchez, ante los comicios generales del 20 de diciembre.
El candidato del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), segundo en los sondeos tras Rajoy, recordó en el "cara a cara" al líder del Partido Popular varios casos de corrupción que han llegado a los tribunales, entre ellos el referido a Rodrigo Rato, compañero de partido y de Gobierno en tiempos de José María Aznar, o su apoyo al que fuera tesorero del partido Luis Bárcenas.
Sánchez reprochó a Rajoy el coste que ha tenido para la democracia y las instituciones que no hubiera dimitido hace años cuando apareció el caso Bárcenas, en la cárcel desde verano de 2013 tras destaparse su fortuna en bancos de Suiza y contra el que hay abierto un proceso por la presunta existencia de una caja B del partido gobernante.
Durante más de una hora, el presidente del Gobierno y candidato a la reelección prefirió no darse por aludido y continuó con su discurso centrado en la recuperación económica y el empleo.
Diatribas de ida y vuelta
Sin embargo, una frase del aspirante socialista terminó por sacar a Rajoy de sus casillas cuando dijo: "El presidente del Gobierno tiene que ser una persona decente y usted no lo es".
El candidato del PP detuvo en seco la diatriba al afirmar: "Hasta aquí hemos llegado" y "Eso no se lo voy a aceptar".
A partir de ahí fue un reproche tras otro, aunque las palabras más duras llegaron de Rajoy, que tachó a su oponente de "ruin, mezquino, miserable y deleznable" en varias ocasiones, visiblemente enfado.
"Yo soy un político honrado, como mínimo tan honrado como usted", añadió Rajoy, quien emplazó a Sánchez a acudir a un juzgado si tiene algo contra él.
"Usted no es un político decente", volvió a replicar Sánchez, y subrayó el candidato socialista que la diferencia entre ambos es que él se considera "un político limpio", a lo que jefe del Gobierno le contestó que él también es honrado y que no es la única persona en la historia que se ha equivocado con un nombramiento. EFE
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