Sánchez prometió su cargo ante el rey Felip VI, en lugar jurarlo y sin presencia de la Biblia y del crucifijo, como es tradicional en España.
El líder del Partido Socialista, Pedro Sánchez, tomó posesión como presidente del gobierno de España este sábado, al día siguiente de ganar una histórica moción de censura contra el conservador Mariano Rajoy.
Sánchez, un economista de 46 años sin experiencia de gobierno que hizo un regreso espectacular a la primera línea de la política, prometió su cargo ante el rey Felipe VI en el Palacio de la Zarzuela, cerca de Madrid, en presencia de su predecesor.
Sánchez prometió su cargo, en lugar jurarlo y sin presencia de la Biblia y del crucifijo, como es tradicional en España.
El triunfo de la obstinación
Derrotado en las últimas dos elecciones y luego expulsado del liderazgo de su partido antes de regresar por la puerta grande, el socialista Pedro Sánchez tomó posesión este sábado como presidente del gobierno tras salir airoso de una última y arriesgada apuesta que lo catapultó al poder en España.
Encabezando una ola de indignación por la condena judicial del Partido Popular de Mariano Rajoy en un caso de corrupción, este exprofesor de economía de 46 años vio recompensada su obstinación consiguiendo los apoyos para aprobar el viernes una moción de censura que sacó al líder conservador de la presidencia del gobierno.
"Se abre un nuevo tiempo en la política española (...) y tiendo la mano a todos los grupos parlamentarios", dijo el viernes Sánchez, poco antes de que el Congreso de los Diputados lo encumbrara como reemplazo de Rajoy.
Rajoy "ya forma parte de un tiempo pasado al que este país está a punto de pasar página, y lo que conviene a España es mirar al futuro sin miedo", expresó el jueves al exponer su plan de gobierno, impecablemente vestido de traje oscuro.
"Coalición Frankenstein"
Con solo 84 escaños de 350 en la Cámara Baja, Sánchez, quien no es diputado, se vio obligado a pactar la moción de censura con la izquierda radical de Podemos, los independentistas catalanes y los nacionalistas vascos.
Una mayoría tachada como "coalición Frankenstein" por el PP, y que augura un gobierno muy inestable y podría acortar la estancia de Sánchez en el Palacio de la Moncloa.
Pese a que hizo frente común con Rajoy en los últimos meses frente a la tentativa independentista en Cataluña, Sánchez será recordado por el PP por lograr la caída de un jefe de gobierno que sobrevivió a numerosas crisis previas.
Sánchez "pasará a la historia de España como el Judas de la política", lanzó recientemente Fernando Martínez-Maillo, número tres de la formación conservadora.
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