Un tribunal de España determinó que el joven tenía capacidad de saber y entender lo que estaba haciendo, pese a que padecía una "anomalía cerebral”.
Un tribunal de España dictó tres condenadas de prisión perpetua revisable y otra de 25 años a Patrick Nogueira (22), brasileño que en 2016 descuartizó a sus dos tíos y asesinó a sus dos primos de uno y tres años, en un cuádruple crimen que causó estupor en España. El hombre confesó los crímenes y recibió la máxima pena prevista en el Código Penal español: condena perpetua que puede revisarse una vez pasados 25 años, según la decisión leída por María Elena Mayor, presidenta del tribunal a cargo del caso en Guadalajaraaña.
El tribunal siguió la pena solicitada por la fiscalía, y aunque puntualizó que Patrick Nogueira padece una "anomalía cerebral", en el momento de los hechos "no tenía limitada ni de forma importante ni leve su capacidad de saber y entender lo que estaba haciendo", según la decisión. Según los jueces, el joven actuó con alevosía y ensañamiento, por lo que recibió tres penas de prisión permanente revisable, por el asesinato de su tío Marcos Campos (40 años) y de sus sobrinos, y una pena de 25 años de cárcel por el asesinato de su tía Janaína Santos Américo (39 años).
El condenado siguió la lectura por videoconferencia desde la prisión donde se encuentra, cerca de Madrid. Apareció sentado, con un chándal negro, los brazos cruzados y el gesto impasible. Al leer los hechos probados, la presidenta del tribunal dio cuenta de la atrocidad de los crímenes.
Los crímenes
El joven llegó al chalé donde vivían sus tíos en Pioz (un pueblo cercano a Guadalajara) el 17 de agosto de 2016, con unas pizzas, y una mochila en la que llevaba un cuchillo de grandes dimensiones, guantes, bolsas de basura y cinta de precintar. Comió con su tía Janaína, y cuando ésta se encontraba en la cocina lavando los platos, la mató propinándole dos cortes en el cuello. Lo hizo en presencia de sus dos hijos, aumentando con ello "el sufrimiento de los niños, que gritaron, se abrazaron y quedaron paralizados por el miedo", según el texto.
Con el mismo cuchillo e hiriéndolos también en el cuello mató a continuación a la niña, María Carolina, de 3 años y 10 meses, y al niño, Davi, de año y medio de edad. Mientras cometía los crímenes se burló además de sus víctimas en unos mensajes que intercambió por Whatsapp con un amigo brasileño, Marvin Henriques, investigado en su país por presunta complicidad.
Por último, esperó a su tío Marcos Campos, al que propinó "de forma sorpresiva" 14 cortes en el cuello. Descuartizó a los dos adultos seccionándolos por la cintura, guardó los cadáveres en bolsas precintadas de basura, limpió la sangre, se aseó y esperó hasta la mañana para tomar el autobús de vuelta a su domicilio. Los cadáveres serían descubiertos un mes más tarde, la madrugada del 18 de septiembre de 2016, a causa del "olor nauseabundo que emanaba de la vivienda", indicó la jueza Mayor.
(Con información de AFP)
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