Sicario de Pablo Escobar hizo videos de promoción turística de un pueblo español

El pueblo de Carboneras, en el sur de España, se ha visto envuelto en una polémica a raíz de unos videos de "promoción" turística de ‘Popeye’, el sicario en jefe del narcotraficante colombiano Pablo Escobar.

Jhon Jairo Velásquez, alias ‘Popeye’, aparece en tres videos en los que se dirige al concejal de Turismo de Carboneras, Pascual Díaz, como "mi guerrero Pascual", y le envía todo su "cariño y respeto". Dichos videos fueron difundidos por el edil en Facebook.

En una de las grabaciones, el sicario, que pasó 23 años en prisión, elogia Carboneras, conocida por su Playa de los Muertos, como "un pueblo de fiesta, un pueblo de hermosas playas y un pueblo de exquisita gastronomía".

"Las mejores gambas de toda España y de toda Europa son de Almería", añade "Popeye", que reconoció haber matado a por lo menos 250 personas y organizado el asesinato de otras 3,000.

Según explica, su abogado José García Bergillos, español, le pidió "hacer un video para Pascual", conocido suyo, a fin de "colocar Carboneras en el mapa del mundo".

Las consecuencias

Los videos del sicario, que se presenta como "el asesino de confianza" de Escobar y "general de la mafia", no tardaron en causar polémica en este pueblo de la provincia de Almería cercano al desértico parque natural de Cabo de Gata.

Los socialistas pidieron la dimisión del concejal, perteneciente al Partido Popular (PP) de Mariano Rajoy, por la "mala imagen" que da semejante promoción.

El concejal decidió finalmente eliminar los videos, y publicó la tarde del martes un mensaje en Facebook en el que pide "disculpas por la repercusión y trascendencia que han tenido".

"En ningún momento he pensado que esto (la polémica) podría suceder y podía perjudicar a mi pueblo y a mi partido", añadió.

Jhon Jairo Velásquez, uno de los principales gatilleros del cártel de Medellín, fue liberado en 2014 tras pasar 23 años en prisión. Es muy activo en redes sociales y su cuenta en Youtube tiene más de 668,000 seguidores.

AFP