El colombiano Cristian Rodríguez era un hombre clave para Joaquín "El Chapo" Guzmán. Era el ingeniero jefe encargado de encriptar sus comunicaciones y entrenar a otros técnicos.
El colombiano Cristian Rodríguez era un hombre clave para Joaquín "El Chapo" Guzmán, el ingeniero jefe encargado de encriptar sus comunicaciones y entrenar a otros técnicos. Pero el FBI le tendió una trampa en un hotel de Manhattan, Rodríguez cayó y comenzó a traicionar a su jefe.
Un agente especial del FBI que durante 17 años realizó investigaciones ligadas al narcotráfico, Stephen Marston, contó al jurado cómo investigó a Rodríguez hasta llegar a la conclusión de que para interceptar "el sofisticado sistema de comunicación" del Chapo era necesaria su colaboración.
Tras organizar una falsa reunión entre narcos en un hotel de Manhattan en 2010, donde agentes del FBI posaron de gángsters y lo filmaron en video, Rodríguez aceptó colaborar.
La policía federal estadounidense convenció a Rodríguez, que trabajaba desde Colombia, de que mudara tres servidores del Chapo de Canadá a Holanda.
Y con la luz verde de las autoridades holandesas, entre abril de 2011 y enero de 2012 interceptó 1,500 llamadas telefónicas, incluidas hasta 200 conversaciones del Chapo desde sus escondites en las montañas de Sinaloa con socios, sicarios y oficiales mexicanos corruptos, parte de las cuales fueron difundidas este martes como abrumadora evidencia de su culpabilidad su juicio en Nueva York.
Se estima que Rodríguez, presumiblemente en prisión en Estados Unidos, será testigo en el juicio del Chapo.
Consejos para sobornar
El Chapo, de 61 años, considerado uno de los mayores jefes del cartel mexicano de Sinaloa, fue extraditado a Estados Unidos hace casi dos años tras dos fugas espectaculares de prisiones mexicanas. Es acusado de traficar más de 155 toneladas de droga a este país. Si es hallado culpable puede ser condenado a cadena perpetua.
Su juicio, que comenzó hace dos meses, es una suerte de clase magistral sobre cómo opera el narcotráfico en América, y ha sentado en el banquillo a increíbles criminales con historias dignas de película.
La fiscalía hizo escuchar al jurado decenas de trozos de conversaciones telefónicas del Chapo que nunca habían sido difundidas públicamente hasta ahora, así como un video donde se ve al acusado interrogando a un hombre esposado y atado a un árbol, y del cual también se interceptó parte del audio.
Las conversaciones del Chapo, que el acusado escuchó nervioso, incómodo en su silla, giran en torno a los intentos para corromper a agentes y funcionarios electos mexicanos, como un gobernador y un alcalde no identificados, sus negocios de droga y la violencia asociada al narco.
Información de AFP
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