Los datos manejados indican que el niño fue alcanzado por cinco balas en la cabeza y el pecho.
Dos policías estadounidenses fueron arrestados la noche del viernes, acusados de homicidio y tentativa de homicidio tras la muerte de un niño de seis años por disparos en el estado de Luisiana (sur), anunciaron las autoridades.
La muerte del pequeño Jeremy Mardis se suma a una larga lista de casos de brutalidad o abusos por parte de policías desde el año pasado que han generado tensiones en Estados Unidos, en muchos casos con componentes raciales que provocaron también violentas protestas.
The Washington Post aseguró este sábado que Mardis es la víctima más joven abatida por disparos de la policía este año. Su velorio está previsto para este domingo y su funeral será este lunes.
Norris Greenhouse y Derrick Stafford fueron suspendidos de sus funciones después de una persecución en automóvil el martes durante la cual Christopher Few, el padre del niño y conductor, resultó gravemente herido, y Jeremy Mardis muerto.
Otros dos oficiales que estaban durante el incidente también fueron puestos en licencia administrativa, se indicó.
Los datos manejados por la policía indican que el niño fue alcanzado por cinco balas en la cabeza y el pecho y murió atado con el cinturón al asiento del pasajero acompañante delantero.
Andina
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