Justen Hall fue declarado muerto tras recibir una inyección letal. Según confesó, mató a su víctima estrangulándola con un cable eléctrico.
El estado de Texas ejecutó este miércoles a Justen Hall, un supremacista blanco que en 2002 asesinó a una mujer en un crimen relacionado con el tráfico de drogas.
A Hall, de 38 años, lo declararon muerto a las 18.32 hora local tras recibir una inyección letal en la prisión de Huntsville, según notificó el Departamento de Justicia Criminal (TDCJ) de Texas.
Hall cometió el asesinato de Melanie Billhartz, por el que fue ejecutado, estando en libertad bajo fianza por otro homicidio, el de Arturo Díaz, una mujer transgénero que se identificaba como Arlene.
Las autoridades consideraban el asesinato de Díaz como un crimen de odio, aunque no llegó a ser juzgado por ese homicidio, sino tan solo el de Billhartz.
Hoy, al ser preguntado por unas últimas palabras antes de recibir la inyección letal, Hall se disculpó con las familias de sus víctimas.
"Me gustaría dirigirme a los Roundtree -familiares de Billhartz- y disculparme por el dolor y el sufrimiento que causé. Y a los Díaz por haberles hecho pasar por esto, nunca debió haber sucedido", declaró Hall.
"Y a mi mamá y a Morelia -su hermana-, las quiero y las voy a extrañar", añadió.
Hall tenía 21 años y dirigía la banda neonazi Aryan Circle cuando en octubre de 2002 mató a Melanie Billhartz en El Paso (Texas). Según confesaría después, la asesinó estrangulándola con un cable eléctrico.
La de Hall fue la octava ejecución ocurrida en Texas en 2019 y la número 19 en todo el país.
Desde que el Tribunal Supremo restituyó la pena capital en 1976, han sido ejecutadas 1.509 personas en Estados Unidos, 566 de ellas en Texas, más que en ningún otro estado. (EFE)
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