El programa de ataques selectivos contra sospechosos de terrorismo mediante aviones no tripulados comenzó en 2002 bajo el mandato de George W. Bush.
El presidente de EE.UU., Barack Obama, reconoció este viernes que ha habido "críticas legítimas" a su programa de ataques con drones por haber "asesinado a civiles" en países como Yemen o Somalia, y prometió aumentar la transparencia sobre esos ataques dirigidos por las agencias de inteligencia.
"Creo que en el pasado ha habido críticas legítimas de que la arquitectura legal alrededor del uso de ataques con drones no ha sido tan precisa como debería haber sido, y no hay duda de que (ese programa) asesinó a civiles", dijo Obama en una conferencia de prensa al término de la Cumbre de Seguridad Nuclear en Washington.
"En los últimos años hemos trabajado mucho para evitar y prevenir que tuvieran lugar ese tipo de tragedias", señaló.
En las situaciones de guerra tenemos que asumir la responsabilidad cuando no estamos actuando apropiadamente, o cuando hayamos cometido errores incluso con las mejores intenciones, y seguiremos haciéndolo", continuó Obama.
El programa de ataques selectivos contra sospechosos de terrorismo mediante aviones no tripulados comenzó en 2002 bajo el entonces presidente George W. Bush, pero se ha ampliado a gran escala durante el mandato de Obama, que según varios informes ha lanzado cientos de ellos en Afganistán, Pakistán, Yemen y Somalia.
Este mes, el Gobierno de Obama anunció que dará a conocer próximamente un informe sobre los civiles y los presuntos terroristas que han muerto en los ataques de sus drones desde la llegada del mandatario al poder en 2009, y que en el futuro esos datos se publicarán anualmente.
Una investigación de 2014 de la organización británica Reprieve estimó que los ataques ordenados por el Gobierno de Obama acabaron con la vida de 1.147 personas en Pakistán y Yemen en operaciones contra 41 supuestos objetivos terroristas. EFE
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