En la votación celebrada durante la convención, Trump logró superar los 1.237 votos de los delegados, el mínimo necesario para oficializar la nominación.
El magnate Donald Trump fue elegido oficialmente candidato republicano a la Presidencia de Estados Unidos para las elecciones de noviembre, durante la Convención Nacional de su partido en Cleveland (Ohio).
Trump ausente. En la votación celebrada durante la convención, Trump, que no estuvo presente y debe aceptar la candidatura, logró superar los 1.237 votos de los delegados, el mínimo necesario para oficializar la nominación. Varios estados decidieron ceder su turno, que seguía inicialmente el orden alfabético, para que las cuentas permitieran que Nueva York declarara de manera matemática la nominación de Donald Trump.
Hijo de Trump leyó nominación. "Es un honor increíble haber sido parte de este viaje. Esto ya no es una campaña, es un movimiento", comentó el hijo de Trump, después de que 89 delegados de 95 le dieran el respaldo a su padre.
Nominado oficial. Con este trámite, Donald Trump se convierte en el nominado oficial del Partido Republicano y solo resta que acepte la candidatura el jueves en su discurso de cierre del cónclave que comenzó este lunes. Las votaciones, estado por estado, no dieron pie a protestas significativas como las vividas el lunes entre delegados que se oponían a la candidatura de Trump y exigían un cambio de las normas que rigen el proceso. El senador Jeff Sessions presentó este martes, al inicio de la sesión, a Trump como única nominación que se sometería a votación. Los senadores Ted Cruz y Marco Rubio, ambos de origen cubano, obtuvieron un número marginal de delegados en aquellos estados en los que las normas permitían votar por nominados ausentes del procedimiento.
Trump: "Es un honor". El magnate Donald Trump declaró en Twitter que "es un gran honor ser el nominado republicano a presidente de EE.UU.", tras resultar elegido oficialmente como candidato a la presidencia. .
Bronca en Cleveland. La convención del partido Republicano se inició bajo una ruidosa y furiosa revuelta de delegados opuestos a Donald Trump. En la víspera de la nominación oficial un escandaloso intercambio paralizó por largos minutos los debates en la Quicken Loans Arena donde se reunían cerca de 2.500 delegados provenientes de 50 estados. Los delegados de la facción "Stop Trump" (Detengan a Trump), furiosos contra un candidato que ha llamado racistas a los inmigrantes mexicanos y promete vetar la entrada al país a los musulmanes, estallaron de rabia contra los procedimientos que les negaron una oportunidad para expresar su descontento.
Derrotados. Pero a pesar del alboroto, la derrota marcó espectacularmente el fin del movimiento "Stop Trump" , que pretendía cambiar las reglas internas para romper el compromiso de los delegados de votar según los resultados de las primarias favorables al magnate, llamándoles a votar en cambio por su "conciencia". El caos se apoderó del pleno de la reunión cuando Enid Mickelsen, la presidenta del Comité de Reglas, dio por aprobadas las normas que rigen la convención.
El factor Melania. Su tercera esposa, Melania, una exmodelo nacida en Eslovenia, 24 años más joven que él, tuvo un rol protagónico en la primera ronda de discursos estelares del lunes, al defender las cualidades personales de su marido. "Mi marido está listo para liderar esta gran nación, para luchar cada día por el futuro mejor que merece. Señoras y señores, Donald Trump está preparado para servir y liderar como el próximo presidente de Estados Unidos", dijo ante la convención tras una presentación espectácular.
"Vamos a ganar". Previamente Trump prometió la victoria en las elecciones presidenciales estadounidenses, actuando como un bombero contra el fuego desatado por delegados rebeldes en la inauguración de la convención del partido. "Vamos a ganar": esas fueron las únicas palabras del millonario, que usualmente exhibe verborrea, antes de dejar a su esposa, Melania, el escenario del Quicken Loans Arena.
El tema de la convención es "Devolvamos la seguridad a Estados Unidos", un juego de palabras con el eslogan de campaña de Trump "Devolvamos la grandeza a Estados Unidos". El complejo donde se realiza la feria política republicana, y el vecino centro de prensa que acoge a unos 15.000 periodistas, están completamente aislados; la policía es omnipresente. (Con información de EFE/AFP/El País)
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