Las temperaturas en algunos estados llegan hasta los -40 C° por lo que muchas tuberías se han congelado y generado problemas en las familias estadounidenses.
Una fuerte ola de frío ártico azota Estados Unidos, llevando a varias ciudades por debajo de los -30 grados Celsius. En las llanuras del norte del país, las temperaturas podrían estar entre -28 y -34 grados Celsius, combinándose las noches con ráfagas de viento para provocar una sensación térmica de hasta -45 grados Celsius.
Por si fuera poco, millones de personas no solo sentirán el fuerte frío fuera de casa, sino también dentro de ella. Estas temperaturas traen consigo problemas como congelamiento de tuberías, provocando daños significativos. Es crucial entender cómo prevenir y, si es necesario, cómo abordar esta situación con astucia y rapidez.
¿Cómo descongelar y recuperar tuberías?
Cuando el agua se solidifica en las tuberías, el riesgo de rupturas aumenta considerablemente. Ante la sospecha de congelamiento, inspecciona las tuberías en busca de grietas y, si es necesario, localiza la llave de paso para evitar posibles inundaciones.
En casos menos críticos, el uso de calor leve o aislantes puede resolver el problema. Identificar el área exacta de obstrucción es el primer paso, logrado simplemente abriendo los grifos de la casa. La falta de flujo indica el punto congelado.
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Para abordar este inconveniente, opciones diversas se presentan. Utilizar un secador de pelo es la forma más sencilla y "limpia". Si la tubería está en exteriores, el secador inalámbrico puede ser una solución eficaz.
Una técnica más tradicional implica un paño empapado en agua caliente aplicado sobre la tubería. Otra variante es colocar un paño seco sobre la tubería y verter agua caliente sobre él.
Para quienes prefieren un enfoque más rápido, el uso de un soplete de gas es una alternativa viable. Sin embargo, se deben tomar precauciones, manteniendo la llama en movimiento para evitar daños, y limitando su uso a tuberías metálicas.
Cuando las tuberías se rompen, se debe cerrar la llave de paso correspondiente para evitar pérdidas y daños mayores. Si no es posible cerrarla, envolver la tubería con un trapo puede reducir las pérdidas temporales. En todos los casos, la intervención de un fontanero se vuelve esencial para reparar el daño de manera adecuada.
Las prevención, clave para evitar problemas en tuberías
La mejor defensa es la prevención. Cerrar las llaves de paso y hacer correr el agua durante períodos de no uso puede evitar que las tuberías se congelen. Además, recubrir las tuberías con material aislante, como lana de fibra de vidrio, brinda una capa de protección esencial para prevenir que el agua se convierta en hielo.
Enfrentar el congelamiento de tuberías requiere un enfoque astuto y acciones rápidas. Con la combinación adecuada de precauciones y técnicas de descongelamiento, es posible mantener las tuberías en buen estado incluso en condiciones climáticas adversas. La clave: estar preparado y actuar con prontitud.
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