El juez de distrito de Nueva York encontró responsable a Irán de los daños que se ocasionaron en los atentados a las Torres Gemelas y el Pentágono.
Un juez de Nueva York resolvió y exigió a Irán pagar más de 10 mil millones de dólares por los daños y perjuicios causados a las familias de las víctimas de los atentados de las Torres Gemelas.
Según información del portal Bloomberg, esta decisión también se extiende en beneficio de las compañías aseguradoras involucradas en los ataques terroristas ocurridos el 11 de septiembre de 2001. La denuncia fue interpuesta por una mujer familiar de uno de los fallecidos en las Torres Gemelas. Se le notificó al gobierno iraní para que haga su descargo pero no hubo respuesta, entonces se procedió a emitir sentencia.
La resolución detalla que el gobierno de Teherán fue responsable de los ataques porque no demostraron que no estaban coludidos con los terroristas secuestradores de los aviones. Bajo ese razonamiento, el juez encontró culpable a Irán por ignorar estas advertencias que en su criterio hubiesen podido evitar la masacre.
La mujer solo denunció a Irán e incluso a Osama Bin Laden, sin embargo no hubo acusación contra Arabia Saudí y los otros países de los terroristas implicados. La denuncia es tomada en cuenta porque EE.UU tiene en su lista de países terroristas a Irán, por ello es procedente esta sentencia contra el estado de Irán y sus altos funcionarios.
Los atentados al WTC y Washington
El 11 de septiembre de 2001 cuatro aviones fueron secuestrados por 19 personas entre los que había ciudadanos de Arabia Saudita, Emiratos Árabes, Egipto y el Líbano. Dos aviones se estrellaron en el World Trade Center donde se ubicaban las Torres Gemelas; un avión fue a dar al Pentágono y el último no logró su cometido y se estrelló en un descampado en Pensylvannia.
Lo insólito de este fallo es que entre los secuestradores que perpetraron los ataques no había ningún iraní. Para el juez, lo que hizo mal Irán es no demostrar que estuvo al margen de los requerimientos de los secuestradores.
Tras los atentados del 11-S, el gobierno recién elegido de George Bush propuso y ejecutó una invasión a Afganistán como respuesta a este ataque. Lo hizo en colusión con el gobierno del Reino Unido y tuvo como uno de sus principales aliados al primer ministro de ese país, Tony Blair.
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