Donald Trump ha autorizado hasta el momento un total de 4 000 miembros de la Guardia Nacional de California y en vísperas autorizó el despliegue de 700 infantes de Marina para apoyar en la contención de las protestas en Los Ángeles.
Los marines desplegados en el área de Los Ángeles por orden del presidente estadounidense, Donald Trump, aún no han sido llamados a intervenir en las protestas vinculadas a las recientes redadas migratorias y solo cuidarán a los funcionarios y edificios federales, confirmó este martes el comandante de la Infantería de Marina, Eric Smith.
De acuerdo con el periódico The Washington Post, Smith declaró en una audiencia presupuestaria en el Capitolio que los 700 marines que recibieron la orden de traslado a la segunda ciudad más grande de EE.UU. habían sido entrenados para controlar multitudes pero que estos no tienen autoridad para hacer arrestos
Hasta el momento, Trump ha autorizado un total de 4 000 miembros de la Guardia Nacional de California más los efectivos de la marina, sin contar con la autorización del gobernador del Estado Dorado, Gavin Newsom, un hecho sin precedentes en los últimos 60 años.
Este martes, el gobierno de California presentó una solicitud de emergencia ante el Tribunal del Distrito Norte de California solicitando una orden que impida al Pentágono ampliar la misión actual del personal federalizado de la Guardia Nacional de California y la Infantería de Marina, pero esta fue rechazada por el juez de distrito Charles R. Breyer.
El juez programó una audiencia para el jueves en la que se prevé que California y el gobierno federal presenten sus argumentos sobre si se debe permitir o no el uso de las tropas en estas tareas.
Despliegue de la Guardia Nacional
Este despliegue ha intensificado el descontento entre los manifestantes quienes en las protestas piden la retirada de las tropas y de los agentes de ICE de la ciudad.
Trump afirmó este martes que, de ser necesario, invocará la Ley de Insurrección para disolver militarmente las protestas desatadas en Los Ángeles contra las redadas migratorias.
La Ley de Insurrección, promulgada en 1807, otorga al presidente la facultad de desplegar al Ejército para reprimir episodios de desorden civil, y se considera uno de los poderes de emergencia más contundentes en el país.
"Si hay una insurrección, sin duda la invocaría. Ya veremos. Pero les puedo decir que anoche fue terrible. La noche anterior también fue terrible", declaró Trump ante la prensa en el Despacho Oval.
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