“Quería que todos supieran que me está yendo bien ahora y que Narcan salvó mi vida”, escribió Erika Hurt, quien con 28 años se encuentra sobria desde hace tres.
Hace tres años, alrededor del medio día, Erika Hurt se estacionó en una tienda en Hope, Indiana, con el objetivo de preparar su jeringa e inyectarse una dosis de heroína antes de ir a visitar a su madre. En la parte trasera de su auto se encontraba su pequeño hijo de solo 10 meses.
“Lo llevé conmigo antes de ir a comprar drogas”, reveló Hurt a The Washington Post, quien tenía 25 años en ese momento y aseguró que se encontraba mal emocionalmente.
Ese día, Erika Hurt sufrió una sobredosis y quedó inconsciente con la jeringa que acababa de utilizar en su mano. Así la encontró la Policía, mientras su bebé lloraba en la parte trasera del carro. Un oficial del departamento tomó una fotografía del crudo momento, que luego se hizo público y rápidamente se viralizó. Quienes la compartían buscaban concientizar a las personas sobre la epidemia de muertes que existe por sobredosis de esta sustancia.
Los médicos le suministraron dos dosis de un medicamento que sirve para contrarrestar los efectos de la heroína, sin embargo, al ver que no despertaba, fue llevada de emergencia al hospital.
“Cuando descubrí que la foto que compartió la policía se había vuelto viral, me sentí increíblemente avergonzada y humillada”, dice hoy la joven con 28 años. “Estaba preocupada porque podría perder a mi bebé y me preguntaba cómo podría estar sobria”, afirmó.
Tres años después de ese evento, Hurt se ha vuelto la protagonista de una nueva fotografía viral, pero esta vez no está inconsciente, sino feliz, saludable y junto a su pequeño hijo. Fue ella misma quien publicó la imagen en la página de Facebook: The Addicts Diary, luego de cumplir su tercer año de sobriedad, el pasado 22 de octubre.
“Se siente tan bien. Quería que todos supieran que me está yendo bien ahora y que Narcan salvó mi vida”, escribió Hurt, quien actualmente es madre soltera y trabaja en el área de control de calidad en una fábrica de baterías. “Sé sin ninguna duda que podría haber muerto ese día”, agregó.
RECIBE MILES DE MENSAJES DE APOYO
Hurt jamás imaginó que las imágenes en las que se le puede ver sonriendo y recuperada recibirían tantos comentarios de extraños que la felicitan por su fuerza de voluntad y por permanecer sobria por el bienestar de su pequeño hijo.
“Para aquellos que han llegado hasta mi perfil para enviarme mensajes de apoyo… quisiera que todos sepan que estoy muy agradecida por cada uno de ellos y que son una de las razones que me motivan a continuar sobria”, dijo.
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